Washington, D.C.– El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sugirió que su gobierno podría utilizar los ingresos generados por los aranceles comerciales para financiar la atención médica y repartir dividendos de hasta 2 mil dólares por persona entre los ciudadanos estadounidenses.
La propuesta fue compartida por el mandatario a través de su red social Truth Social, donde pidió a los senadores republicanos redirigir los fondos federales actualmente destinados a aseguradoras privadas del programa de salud Obamacare.
“Estoy recomendando que los cientos de miles de millones de dólares que hoy se entregan a compañías de seguros se envíen directamente a la gente, para que puedan adquirir su propio y mejor seguro médico”, escribió Trump.
Asimismo, el presidente propuso que los recursos se canalicen hacia cuentas de ahorro para la salud (Health Savings Accounts, HSA), las cuales permiten a los contribuyentes guardar dinero libre de impuestos para cubrir gastos médicos.
Dividendos y pago de la deuda nacional
Trump también relacionó su propuesta con su política arancelaria, señalando que los ingresos provenientes de los gravámenes a las importaciones podrían servir para reducir la deuda nacional, estimada en 37 billones de dólares, y para entregar un dividendo mínimo de 2 mil dólares por persona, excluyendo a los contribuyentes de mayores ingresos.
“Estamos recaudando billones de dólares y pronto comenzaremos a pagar nuestra enorme deuda. Habrá un dividendo de al menos 2,000 dólares por persona”, afirmó el mandatario.
No obstante, funcionarios de la Administración aclararon que ninguna de las propuestas ha sido formalizada ni enviada al Senado, y que no existe aún un marco legal para implementarlas.
Críticas y contexto electoral
Expertos en economía advirtieron que los aranceles no son una fuente de ingresos sostenida, ya que su costo recae sobre los consumidores mediante el aumento de precios en productos importados.
Las declaraciones de Trump se producen en un contexto preelectoral, donde su gobierno busca reforzar su narrativa económica destacando la política arancelaria como una herramienta para financiar programas sociales y promover la inversión nacional.
A pesar de las críticas, Trump ha defendido que sus políticas comerciales están generando “ingresos históricos” y que los aranceles seguirán siendo clave en su estrategia para fortalecer la economía estadounidense.



