París, Francia.- El expresidente francés Nicolas Sarkozy, de 70 años, fue liberado este lunes de la prisión de La Santé, en París, tras cumplir tres semanas recluido por su condena a cinco años de cárcel –de los cuales tres eran firmes– por conspiración criminal vinculada al financiamiento de su campaña presidencial de 2007 con fondos del régimen libio de Muamar Gadafi.
La Corte de Apelación de París autorizó su liberación bajo un estricto control judicial, mientras se resuelve el recurso interpuesto por su defensa. El tribunal consideró que no representa riesgo de fuga ni de colusión con testigos, por lo que podrá cumplir el resto de su condena en arresto domiciliario.
Sarkozy fue encarcelado el 21 de octubre de 2025, convirtiéndose en el primer jefe de Estado francés en ser recluido desde la Segunda Guerra Mundial. La justicia lo halló culpable de orquestar un “pacto de corrupción faustiano” con altos funcionarios libios, mediante el cual habría recibido entre 50 y 150 millones de euros en transacciones ilícitas.
Aunque fue absuelto de los cargos de corrupción pasiva, malversación de fondos públicos y financiación ilegal directa de campaña, el tribunal destacó la “gravedad excepcional” del caso. También fueron condenados excolaboradores cercanos de Sarkozy, como Claude Guéant (cuatro años de prisión, dos firmes) y Brice Hortefeux (dos años, suspendidos).

Durante una audiencia por videoconferencia desde prisión, Sarkozy describió su reclusión como una “pesadilla”, aislado en una celda de 9 metros cuadrados y con seguridad reforzada tras recibir amenazas de muerte. Según sus declaraciones, solo consumió yogur por temor a ser envenenado, y agradeció la “humanidad excepcional” del personal carcelario.
A pesar de su liberación, el caso sigue abierto. El expresidente tiene prohibido salir de Francia, contactar con testigos o personas implicadas, y debe comparecer ante la justicia cuando se le requiera. También se le impide comunicarse con el ministro de Justicia Gérald Darmanin, cuya visita a prisión generó controversia por posible interferencia.
Sarkozy abandonó el penal alrededor de las 11:00 horas, acompañado por su esposa, la cantante Carla Bruni-Sarkozy, y sus hijos Jean y Pierre, sin ofrecer declaraciones públicas. Más tarde fue visto llegando a su residencia en el acomodado distrito XVI de París.
La defensa mantiene su inocencia y denuncia motivaciones políticas en el proceso. El juicio de apelación podría celebrarse en marzo de 2026, según fuentes judiciales. Paralelamente, Sarkozy enfrenta otras apelaciones pendientes, entre ellas la del caso de escuchas telefónicas de 2021 (condenado a tres años) y otra por financiación ilegal en 2012 (un año, seis meses suspendidos).
Sarkozy presidió Francia entre 2007 y 2012, liderando reformas económicas, endureciendo las políticas migratorias y participando activamente en la escena internacional, incluida la intervención en Libia en 2011. Irónicamente, es la misma Libia de Gadafi la que ahora lo vincula a uno de los escándalos más graves en la historia reciente de la política francesa.
El expresidente ha perdido prestigio e incluso fue despojado de la Legión de Honor en 2025. Aunque se ha alejado del ojo público desde su derrota en las primarias de Los Republicanos en 2016, su figura continúa generando polémica y atención mediática.




