Estados Unidos.- El tercer cierre de gobierno ordenado por Donald Trump ya es oficialmente el más largo en la historia de Estados Unidos, y sus efectos continúan sintiéndose a nivel nacional e internacional. Con más de 40 días de parálisis federal, el país vivió una profunda crisis operativa, en especial en el sector aéreo.
La escasez de personal —principalmente de controladores aéreos sin sueldo— provocó la cancelación o retraso de aproximadamente 20,000 vuelos, afectando a más de tres millones y medio de pasajeros. En aeropuertos clave como el George Bush de Houston, se aplicaron medidas para mitigar los retrasos, como lo explicó Eliana Jaramillo, encargada de operaciones:
“Hemos implementado estrategias para llegar más temprano al mostrador, invitar a la gente a documentar antes y ayudarles a pasar por seguridad lo más rápido posible”.
No obstante, los usuarios expresaron su preocupación.
“Todo esto me hace sentir menos seguro, sobre todo por la menor cantidad de gente que se nota en el tráfico aéreo”, declaró Enrique Gutiérrez, uno de los pasajeros afectados.
Víctor Balderrama, otro viajero, agregó: “Había solo dos personas atendiendo. Todo bien, muy amables, pero tardado”.
Además del impacto logístico, el cierre también golpeó fuertemente a la economía. Según el Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca y la Oficina de Presupuesto del Congreso, cada semana de cierre le costó al PIB estadounidense cerca de 15 mil millones de dólares, sumando más de 50 mil millones en pérdidas. Las consecuencias fueron especialmente duras para los 1.5 millones de trabajadores federales sin sueldo, de los cuales 700,000 debían seguir laborando al ser considerados esenciales.
Finalmente, tras semanas de tensión, senadores demócratas y republicanos alcanzaron un preacuerdo para extender el presupuesto gubernamental por 30 días. El proyecto aún debe ser aprobado por la Cámara de Representantes y posteriormente firmado por el presidente Trump. Si se concreta, se pondrá fin al cierre más largo en los 250 años de historia del país. Sin embargo, las autoridades estiman que tomará al menos 72 horas normalizar por completo las operaciones aéreas.



