La administración del presidente Donald Trump habría iniciado la planificación de una operación militar secreta en territorio mexicano con el propósito de atacar directamente a los cárteles del narcotráfico, según reveló NBC News, que cita a fuentes oficiales estadounidenses activas y retiradas.
De acuerdo con la información, el plan contempla el despliegue de tropas y agentes de inteligencia de Estados Unidos en México, lo que supondría una ruptura con la política tradicional de cooperación discreta mantenida con el Gobierno mexicano, actualmente encabezado por Claudia Sheinbaum. Las fases iniciales de entrenamiento ya habrían comenzado, aunque aún no se ha tomado una decisión definitiva.
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Los efectivos involucrados pertenecerían principalmente al Comando de Operaciones Especiales Conjuntas (JSOC) y operarían bajo la autoridad de la comunidad de inteligencia estadounidense (Título 50), lo que permitiría realizar misiones encubiertas. También se prevé la participación de agentes de la CIA.
Ataques selectivos y uso de drones
El proyecto incluiría ataques con drones dirigidos a laboratorios de drogas y a líderes criminales, algunos de los cuales requerirían la presencia de personal estadounidense en suelo mexicano. En febrero, el Departamento de Estado designó a seis cárteles mexicanos, junto con el grupo MS-13 y la organización Tren de Aragua, como entidades terroristas extranjeras, lo que amplía el margen legal para operaciones encubiertas.
Si se aprueba, esta sería la primera ocasión en la que Estados Unidos ejecuta operaciones militares directas en México. A diferencia de acciones previas centradas en inteligencia, esta iniciativa implicaría misiones ofensivas contra objetivos de los cárteles.
Un alto funcionario citado por NBC News afirmó que el Gobierno de Trump está dispuesto a utilizar “todo el aparato del Estado” para combatir la amenaza del narcotráfico. Tanto la CIA como el Pentágono declinaron hacer comentarios.
Reacciones diplomáticas y tensiones bilaterales
La posible intervención ha generado inquietud diplomática. Tras un informe anterior sobre ataques con drones, la presidenta Claudia Sheinbaum expresó su rechazo a “cualquier forma de intervención o injerencia”, subrayando que “México coordina y colabora, pero no se subordina”.
Aunque Washington prefiere actuar en coordinación con el Gobierno mexicano, no se descarta una operación sin autorización oficial de México. Esta iniciativa se enmarca en la estrategia de Trump para combatir el narcotráfico en el hemisferio occidental, que ya ha incluido ataques a embarcaciones supuestamente vinculadas al tráfico de drogas en aguas cercanas a Venezuela. Según el Pentágono, esas acciones han causado 64 muertes, aunque no se han presentado pruebas públicas que las respalden.
Trump ha sostenido que los cárteles mexicanos y venezolanos constituyen una amenaza directa para la seguridad nacional y ha defendido el uso de la fuerza. “Tengo un gran respeto por la presidenta de México, una mujer valiente, pero México está controlado por los cárteles”, declaró recientemente.

