Las autoridades afganas confirmaron este lunes que al menos 20 personas murieron y más de 320 resultaron heridas tras un potente sismo de magnitud 6.3 que estremeció las provincias de Samangan y Balkh, en el norte del país.
El temblor ocurrió a la 01:00 hora local, con epicentro en el distrito de Kholm, y una profundidad de 28 kilómetros, según reportes del Servicio Geológico de Estados Unidos.
Sharafat Zaman, portavoz del Ministerio de Salud, indicó que el número de víctimas es provisional, ya que continúan las labores de rescate y evaluación. “Alrededor de 320 compatriotas fueron heridos y más de 20 murieron”, afirmó.
Uno de los daños más notables fue el colapso parcial de la mezquita azul de Mazar-i-Sharif, una edificación del siglo XV considerada patrimonio arquitectónico. Uno de sus minaretes colapsó tras el fuerte sismo.
CCTV footage shows the moment a strong M6.3 earthquake struck Mazar-e-Sharif, Afghanistan, a short while ago. pic.twitter.com/NX0o04Ggi5
— Weather Monitor (@WeatherMonitors) November 2, 2025
Además, se reportaron deslizamientos de tierra que bloquearon carreteras, aunque equipos militares del Ministerio de Defensa lograron liberar al menos una vía y rescatar a personas atrapadas durante la madrugada.
El acceso a las zonas afectadas fue restringido temporalmente a la prensa, mientras las autoridades enfrentan dificultades para coordinar la respuesta debido a la precaria infraestructura y comunicaciones en las áreas montañosas.
Afganistán es una de las regiones más sísmicamente activas del mundo. Solo desde 1900, el noreste del país ha registrado una docena de terremotos con magnitudes superiores a 7, según el British Geological Survey.
Este nuevo sismo se suma a una larga lista de desastres naturales recientes. En agosto pasado, un terremoto de magnitud 6 dejó más de 2,200 muertos en las provincias orientales. Y en 2023, un sismo en la región de Herat cobró la vida de más de 1,500 personas y destruyó unas 63,000 viviendas.
La situación humanitaria en Afganistán continúa deteriorándose. La ONU y diversas organizaciones advierten que, además de los desastres naturales, el país enfrenta un colapso económico, sequía severa e inseguridad alimentaria, todo agravado desde el regreso del régimen talibán en 2021.



