La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, calificó como un “primer paso importante” las declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, quien reconoció los agravios cometidos durante La Conquista y expresó su pesar por las injusticias históricas hacia los pueblos originarios.
Durante su conferencia matutina de este viernes en Palacio Nacional, la mandataria celebró el gesto del gobierno español y destacó que “el perdón engrandece a los gobiernos y a los pueblos”, al tiempo que reiteró la relevancia del reconocimiento histórico como base de una relación más justa entre ambas naciones.
“Una autoridad del gobierno español habla de lamentar la injusticia, y eso es importante. Es un primer paso. Reconocer la historia, reconocer los agravios, pedir perdón o lamentar, engrandece a los gobiernos y a los pueblos”, señaló Sheinbaum.
Un discurso de reconocimiento desde España
El comentario de la presidenta se dio en respuesta al discurso de José Manuel Albares durante la inauguración de la exposición “La mitad del mundo. La mujer en el México indígena”, celebrada en España.
El canciller destacó la relación histórica entre ambas naciones y reconoció que la historia compartida también incluye episodios de dolor e injusticia:
“Nuestra historia es una historia muy humana, y como toda historia humana de claroscuros, también ha habido dolor e injusticia hacia los pueblos originarios (…). Justo es reconocerlo y justo es lamentarlo porque esa es también parte de nuestra historia compartida”, expresó Albares.
Sheinbaum consideró que estas palabras representan un avance significativo en el diálogo histórico entre México y España, y las enmarcó dentro del espíritu de reconciliación que impulsó el expresidente Andrés Manuel López Obrador, quien en su momento pidió una disculpa formal al Estado español por los abusos cometidos durante el periodo colonial.
Reconocer el pasado para honrar el presente
La mandataria también anunció la próxima publicación de un libro complementario a la exposición, del cual escribió el prólogo. En él, resalta la importancia de honrar el legado de las mujeres indígenas y reconocer los abusos del pasado y del presente.
“Honrar este legado implica reconocer los abusos del pasado y del presente. La discriminación, el racismo y el desprecio hacia los pueblos originarios aún persisten. Erradicarlos es un deber ético si aspiramos a un mundo verdaderamente justo, donde todas las culturas, lenguas y personas tengan el mismo valor”, escribió Sheinbaum.
La presidenta concluyó su intervención felicitando al canciller español por este gesto simbólico:
“Enhorabuena por este primer paso del gobierno español en el reconocimiento, particularmente en este año de la mujer indígena”.



