La relación entre México y Estados Unidos experimentó un nuevo episodio de tensión diplomática luego de que el gobierno estadounidense rechazara la petición mexicana ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para poner fin al bloqueo comercial impuesto a Cuba desde 1960.
Durante la sesión de la Asamblea General de la ONU, el embajador de México, Héctor Vasconcelos, expresó la solidaridad del país con el pueblo cubano y señaló la “necesidad urgente” de eliminar las sanciones económicas que, aseguró, afectan directamente al bienestar de la isla.
Sin embargo, la respuesta de Washington fue inmediata. El subsecretario de Estado de Estados Unidos, Christopher Landau, reaccionó a través de su cuenta oficial en X (antes Twitter), calificando la solicitud mexicana como “una mentira de principio a fin”.
“No existe ningún bloqueo comercial a Cuba. Cuba recibe libremente bienes y visitantes de muchísimos países. Lo que realmente existe es un conjunto de leyes aprobadas por el Congreso que restringen las transacciones con el régimen cubano”, escribió Landau.
El funcionario estadounidense agregó sentirse “triste” como “amigo de México” por la postura adoptada por el gobierno mexicano, y defendió las sanciones como una decisión soberana de su país.
La ONU respalda el fin del embargo
Pese a la oposición de Washington, la Asamblea General de la ONU aprobó una resolución presentada por Cuba y apoyada por 165 países, que demanda el levantamiento del embargo económico impuesto por Estados Unidos.
En la votación, siete países —entre ellos Estados Unidos, Israel, Argentina, Hungría, Paraguay y Ucrania— se pronunciaron en contra, mientras que doce se abstuvieron. La amplia mayoría respaldó la moción cubana, reflejando el aislamiento diplomático de Washington en este tema.
Estados Unidos insistió en que no existe un “bloqueo” en términos internacionales, sino un embargo unilateral que regula las operaciones de sus propios ciudadanos y empresas, y que no impide que Cuba comercie con otras naciones.
Estados Unidos defiende sus sanciones
Christopher Landau reiteró que las restricciones forman parte del derecho soberano de su país para determinar con qué naciones mantiene relaciones comerciales. Además, acusó al gobierno cubano de utilizar el término “bloqueo” como un argumento político para justificar la crisis económica interna.
“El régimen cubano habla de un bloqueo para culpar a otros por su pésima gestión económica, que ha llevado a esa gran nación al hambre y la miseria”, declaró Landau.
Más tarde, el diplomático respaldó una publicación de Grok, herramienta de inteligencia artificial de la plataforma X, que coincidió con su postura al señalar que Cuba mantiene relaciones comerciales con más de 190 países, lo que demostraría —según la versión estadounidense— que el embargo no constituye un cerco naval ni logístico.
México reafirma su apoyo a Cuba
La posición mexicana se enmarca en una política exterior de solidaridad con la isla, mantenida por distintas administraciones y reafirmada recientemente por la presidenta Claudia Sheinbaum, quien ha declarado que “la política exterior la definimos los mexicanos”.
El respaldo de México a Cuba ha sido constante en foros internacionales, donde ha abogado por el levantamiento del embargo estadounidense, al considerarlo una medida injusta y contraria al derecho internacional.
La postura de ambos países reaviva un debate histórico en la diplomacia hemisférica: mientras México defiende el principio de autodeterminación de los pueblos, Estados Unidos mantiene su política de sanciones bajo el argumento de promover la democracia y los derechos humanos en la isla.



