Recientemente, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) de México presentó un plan para reducir gradualmente la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales entre 2026 y 2030. Esta medida tiene como objetivo principal “evitar impactos abruptos” en las empresas y permitir una transición progresiva hacia un modelo que favorezca tanto a trabajadores como a empleadores.
El esquema propuesto es el siguiente:
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2026: 46 horas semanales
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2027: 44 horas semanales
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2028: 42 horas semanales
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2029: 41 horas semanales
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2030: 40 horas semanales
El plan cuenta con el respaldo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que ha destacado los beneficios de reducir las horas laborales, como una mayor productividad, la disminución de accidentes laborales y un mejor equilibrio entre la vida personal y profesional. Además, se contempla un apoyo fiscal para las pequeñas y medianas empresas que implementen el nuevo modelo antes de 2030.
Un Acuerdo Entre Gobierno, Empresarios y Sindicatos
En una conferencia matutina celebrada el 14 de octubre, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo confirmó que el gobierno de México ya ha alcanzado un acuerdo con empresarios y sindicatos sobre la reducción de la jornada laboral. Sheinbaum destacó que este cambio no afectará los salarios, sino que se mantendrán los aumentos graduales al salario mínimo, garantizando que los trabajadores continúen percibiendo ingresos adecuados a su esfuerzo.
La propuesta será presentada formalmente en noviembre de 2025, y su implementación será gradual, adaptándose a las características y necesidades de cada empresa. Este enfoque busca minimizar las posibles afectaciones operativas y permitir que los ajustes se realicen de manera consensuada.
El Contexto Internacional: Estados Unidos y la Jornada Laboral
Mientras México busca avanzar hacia las 40 horas laborales, Estados Unidos ya tiene este límite establecido desde hace varias décadas, bajo la Fair Labor Standards Act (FLSA). En este país, la jornada laboral de 40 horas semanales está acompañada por el pago de horas extra, que se calcula al 150% del salario regular para todo trabajo adicional.
Además, en Estados Unidos el salario mínimo federal es de 7.25 dólares por hora (aproximadamente 136 pesos mexicanos), con algunas variaciones dependiendo del estado. Cada estado tiene la posibilidad de fijar un salario mínimo más alto si así lo considera necesario, siempre prevaleciendo la norma más beneficiosa para el trabajador.
Diferencias Laborales: México vs. Estados Unidos
Las diferencias en las jornadas laborales y las condiciones salariales entre México y Estados Unidos son notables:
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Jornada laboral: México actualmente tiene una jornada de 48 horas semanales, con planes de reducirla a 40 para 2030, mientras que en Estados Unidos la jornada de 40 horas ya está consolidada.
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Salario mínimo: En México, el salario mínimo es de aproximadamente 31 pesos por hora, mientras que en Estados Unidos es 7.25 dólares por hora (aproximadamente 136 pesos).
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Horas extra: En México, las horas extra se pagan al 100% adicional a partir de la hora 49, mientras que en Estados Unidos se pagan al 50% adicional desde la hora 41.
La Perspectiva de los Trabajadores Mexicanos
La reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales en México tiene como propósito no solo mejorar la calidad de vida de los trabajadores, sino también alinearse con los estándares internacionales de la OIT. Esto implicaría más tiempo libre sin perder ingresos, además de una mejora en la competitividad del país en términos laborales.
Por otro lado, algunos sectores empresariales han propuesto un proceso de transición más largo, que podría extenderse hasta 2030, para asegurar que los cambios no afecten la operatividad de las empresas. Asimismo, los sindicatos han solicitado que la implementación de la jornada laboral de 40 horas se realice en un plazo más corto, considerando que la medida beneficiaría a los trabajadores y mejoraría su bienestar.
Desafíos y Oportunidades para México
Aunque México es uno de los países donde más horas se trabaja anualmente, con un promedio superior a las 2,200 horas por año, esta carga laboral no se ha traducido necesariamente en una mayor productividad. De hecho, estudios del CEESP y Banamex advierten que una reducción abrupta en la jornada laboral sin una inversión paralela en tecnología y capacitación podría afectar negativamente el Producto Interno Bruto (PIB) del país entre un 0.3% y 1%.
Sin embargo, países como Alemania, Noruega y Países Bajos han demostrado que una jornada laboral más corta puede generar mayor eficiencia, siempre que se acompañe de capacitación y una buena organización laboral.
Conclusión
Si México logra implementar esta reforma, se acercaría a los estándares laborales internacionales y podría mejorar significativamente la calidad de vida de los trabajadores. Para ello, es crucial un enfoque equilibrado y gradual que tome en cuenta las necesidades tanto de las empresas como de los empleados. Mientras tanto, en Estados Unidos la jornada laboral de 40 horas sigue siendo un derecho consolidado, con salarios más altos y condiciones laborales que, en muchos aspectos, aún son más favorables que en México.



