El senador estadounidense Marco Rubio ha respondido de manera tajante a las críticas que han surgido por los recientes ataques realizados por las fuerzas armadas de su país contra embarcaciones sospechosas de estar involucradas en el narcotráfico. Estas operaciones, llevadas a cabo en aguas internacionales, han sido parte de un esfuerzo más amplio de Estados Unidos para frenar el tráfico de drogas en el hemisferio.
El Pentágono confirmó que el ataque más reciente ocurrió en el Océano Pacífico, cerca de las costas de Colombia, y representó el octavo ataque armado desde el 2 de septiembre contra barcos sospechosos de narcotráfico. Durante este operativo, dos personas a bordo de la embarcación murieron, aunque ningún miembro de las fuerzas estadounidenses resultó herido. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, detalló que la operación fue llevada a cabo gracias a la inteligencia que permitió identificar previamente la embarcación como parte de una red de tráfico de drogas en la región.
La Defensa de Rubio: “Dejen de Enviar Barcos con Drogas”
Ante las críticas que acusan a Estados Unidos de “explotar” los barcos cargados con drogas, el senador Marco Rubiodefendió las intervenciones estadounidenses, señalando que la única forma de detener estos ataques es cesar el envío de embarcaciones con drogas. “Si no quieren que lo hagamos, dejen de enviar este tipo de embarcaciones”, afirmó el legislador, sugiriendo que las intervenciones militares son una respuesta proporcional a las acciones de los narcotraficantes.
Esta declaración se da en un contexto de creciente tensión respecto a la respuesta de Estados Unidos frente al narcotráfico. Mientras algunos critican la agresividad de los ataques, el gobierno de Trump justifica estas medidas como una parte esencial de la lucha contra los cárteles de la droga, algunos de los cuales han sido designados por Washington como organizaciones terroristas.
El Impacto de los Ataques: Más de 30 Muertos
Los ataques de las fuerzas estadounidenses contra presuntos barcos de narcotraficantes han resultado en la muerte de al menos 34 personas, según reportes. En uno de los incidentes más destacados de la semana pasada, un semisumergible fue atacado en el Caribe, lo que dejó dos sobrevivientes, quienes fueron repatriados a Colombia y Ecuador. En este caso, el gobierno ecuatoriano liberó a uno de los detenidos, Andrés Fernando Tufiño, tras determinar que no había pruebas suficientes para acusarlo de actividades ilegales.
Aunque la administración de Trump ha justificado repetidamente estos ataques, asegurando que son necesarios para la seguridad nacional de Estados Unidos y la lucha contra los cárteles, las críticas sobre las muertes de civiles y la agresión militar han incrementado, generando un debate sobre el balance entre la seguridad y los derechos humanos en el combate al narcotráfico.
Conclusión: ¿Justicia o Exceso de Fuerza?
La respuesta del senador Rubio subraya el enfoque belicista de la administración Trump para enfrentar el narcotráfico, una postura que sigue siendo altamente controvertida. Para muchos, el problema sigue siendo complejo, y las tácticas agresivas podrían tener implicaciones tanto diplomáticas como humanitarias. Mientras tanto, Estados Unidos continúa con su ofensiva contra los carteles de la droga, mientras se enfrenta a cuestionamientos sobre el uso de la fuerza y el impacto en las relaciones internacionales con países como Colombia y Ecuador.
Este enfoque refleja un contraste con los esfuerzos diplomáticos y de cooperación internacional que algunos actores políticos defienden como la mejor vía para abordar el narcotráfico y sus consecuencias en la región.



