La confirmación de Bad Bunny como artista principal del espectáculo de medio tiempo del Super Bowl LX ha encendido una fuerte discusión en el ámbito político de Estados Unidos. El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, criticó abiertamente la elección y propuso como reemplazo a Lee Greenwood, conocido por su himno patriótico “God Bless the USA”.
“Hay muchísima gente pendiente del Super Bowl, muchos jóvenes impresionables, y alguien como Greenwood sería un mejor ejemplo”, declaró Johnson el 7 de octubre. Afirmó además que ni siquiera conocía a Bad Bunny antes de enterarse de su participación.
Estas declaraciones resonaron con la postura del presidente Donald Trump, quien calificó la decisión de la NFL como “ridícula” y cuestionó el hecho de que el cantante interprete su música principalmente en español. Incluso, según su asesor Corey Lewandowski, Trump habría sugerido la posible presencia de agentes de ICE en el evento.

Por su parte, Greenwood reaccionó con mesura a la polémica: “Sería genial estar en el show del Super Bowl. Si no puedo hacer el medio tiempo, tal vez pueda calentar al público antes del partido”, dijo en entrevista con TMZ. Su representante aclaró que no tiene “nada en contra de Bad Bunny”, pero lamentó que la situación esté generando tanta división.
Con el Super Bowl acercándose y la tensión política al alza, el debate entre la diversidad cultural y el nacionalismo conservador vuelve a situarse en el centro del mayor espectáculo deportivo del país. La NFL no ha emitido comentarios sobre un posible cambio en su programación.




