Tras un accidente mortal en Iztapalapa, el gobierno federal emite nuevas normas emergentes para reforzar la seguridad en el transporte y distribución de gas LP en todo el país.
Ciudad de México.— El reciente accidente ocurrido en la alcaldía Iztapalapa, que involucró a una pipa de gas LP y dejó un saldo trágico de personas fallecidas y heridas, puso al descubierto graves deficiencias en la regulación del transporte de sustancias peligrosas. La magnitud del siniestro generó una respuesta inmediata por parte del gobierno federal.
La Secretaría de Energía (SENER), en coordinación con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) y la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), publicó el pasado 3 de octubre dos nuevas normas emergentes de cumplimiento obligatorio que marcan un antes y un después en la industria gasera del país.
¿Qué establecen las nuevas regulaciones?
Las normas emergentes son:
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Norma 006 ASEA-2025: Aplica específicamente al transporte de gas LP.
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Norma 007 ASEA-2025: Regula la distribución del mismo combustible.
Ambas normativas buscan cerrar los vacíos legales existentes y establecer controles más rigurosos para evitar tragedias similares. Entre las medidas clave se encuentran:
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Mantenimiento obligatorio: Las unidades deberán someterse a programas regulares de mantenimiento, con documentación comprobable.
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Pruebas de seguridad reforzadas: Se requerirá la realización periódica de pruebas de presión hidrostática, revisiones internas y externas, superando los controles visuales actuales.
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Certificación técnica para operadores: Los conductores deberán contar con certificaciones que avalen su competencia técnica, emitidas conforme a estándares nacionales.
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Monitoreo GPS y control de velocidad: Cada unidad deberá estar equipada con sistemas de geolocalización y mecanismos de control de velocidad predefinidos.
¿Cuál es el plazo para implementar los cambios?
Los tiempos para cumplir con estas disposiciones dependen del tipo y antigüedad de las unidades:
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Unidades con capacidad mayor a 5,000 litros y más de 10 años de antigüedad: Tienen un plazo de 4 mesespara adaptarse.
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Resto de las unidades: Contarán con 6 meses para cumplir con la normativa.
Esta diferencia responde al nivel de riesgo asociado a unidades más antiguas y de mayor volumen, que requieren una intervención más urgente.
Un paso hacia una distribución más segura
Con estas acciones, el gobierno busca evitar nuevos incidentes y proteger tanto a los trabajadores del sector como a la ciudadanía. Las nuevas regulaciones representan un avance significativo en la supervisión de una industria crítica para millones de hogares y empresas en México.
Las autoridades continuarán supervisando el cumplimiento de las normas y se prevé que, tras el periodo de adaptación, las inspecciones y auditorías sean más frecuentes y severas.



