En medio de un panorama donde Estados Unidos endurece cada vez más su política migratoria, surge una alternativa poco conocida que permite a inversionistas mexicanos obtener una visa de no inmigrante en un plazo de hasta dos semanas, sin necesidad de participar en listas de espera prolongadas ni en sorteos de lotería.
De acuerdo con información especializada en trámites migratorios, este procedimiento representa una vía ágil y legal para quienes buscan establecer vínculos de negocios en territorio estadounidense. La aprobación de la visa contempla no solo al solicitante principal, sino también a su cónyuge e hijos menores de 21 años, quienes podrían beneficiarse con los mismos privilegios.
Beneficios de este esquema
Entre las ventajas más destacadas de este método se encuentran:
Residencia temporal en Estados Unidos para el inversionista y su familia.
Acceso a oportunidades laborales y educativas dentro del país.
Permanencia con ciudadanía mexicana, lo que permite mantener derechos y vínculos en su lugar de origen.
Mayor estabilidad económica al residir en una nación con moneda fuerte y amplia oferta de crecimiento profesional.
Una alternativa atractiva
Expertos señalan que este tipo de visado ofrece a los beneficiarios la posibilidad de vivir y trabajar en Estados Unidos mientras mantienen la flexibilidad de regresar a México cuando lo deseen, combinando las oportunidades de ambos países.
El método, aunque no ampliamente difundido, se ha convertido en una opción cada vez más atractiva para inversionistas que buscan diversificar su patrimonio y brindar mayores oportunidades a sus familias en un entorno económico estable.



