Washington, D.C. — A partir de la medianoche del 30 de septiembre de 2025, el gobierno de Estados Unidos enfrenta un cierre administrativo (shutdown) tras la falta de un acuerdo presupuestario en el Congreso, lo que marca el inicio del año fiscal 2026 en medio de una fuerte parálisis política entre republicanos y demócratas.
El Senado rechazó tanto la propuesta de financiamiento temporal de los republicanos, que extendía los fondos hasta noviembre sin condiciones adicionales, como la de los demócratas, que vinculaba la extensión a subsidios de salud bajo la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio (Obamacare).
El presidente Donald Trump responsabilizó a la oposición por el cierre, acusándolos de usar los recursos públicos como herramienta política, mientras que los líderes demócratas, Chuck Schumer y Hakeem Jeffries, señalaron que el verdadero objetivo del oficialismo es recortar programas sociales y reducir la burocracia federal.
¿Qué significa el cierre administrativo?
De acuerdo con la Ley Antideficiencia de 1884, un shutdown obliga a suspender todas las operaciones gubernamentales consideradas no esenciales. Esto implica que alrededor de dos millones de empleados federales serán enviados a licencia sin goce de sueldo o deberán laborar sin salario inmediato hasta que se alcance un acuerdo.
Los servicios esenciales —como la seguridad nacional, los pagos de Seguridad Social y Medicare, así como el control aéreo— continuarán funcionando, pero se verán afectados sectores clave:
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Parques nacionales cerrarán temporalmente, afectando el turismo.
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La FAA suspenderá a unos 11 mil trabajadores, lo que podría ocasionar retrasos en vuelos.
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Procesos migratorios y trámites de visas se detendrán en áreas no urgentes.
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Agencias económicas, como el Departamento de Trabajo, no publicarán datos cruciales, lo que complica la toma de decisiones de la Reserva Federal.
Un impacto económico y político global
Expertos advierten que un cierre prolongado podría costar miles de millones de dólares en productividad perdida, afectar la confianza de inversionistas internacionales en los bonos del Tesoro estadounidense y generar volatilidad en los mercados.
En el plano interno, este es el primer shutdown desde 2019 y el número 21 en los últimos 50 años. Analistas señalan que la estrategia de Trump, inspirada en el “Proyecto 2025”, busca aprovechar la crisis para avanzar en recortes drásticos y una reestructuración profunda del gobierno federal.
Mientras tanto, la Oficina de Administración y Presupuesto ha instruido a todas las agencias a activar planes de contingencia, en lo que podría convertirse en una de las suspensiones más largas y costosas de las últimas décadas si no se alcanzan acuerdos en las votaciones previstas para el fin de semana.



