Ciudad de México. – Al inicio de su sexenio, el expresidente Andrés Manuel López Obrador se comprometió a limpiar las aduanas del país, a las que calificó como “nidos de corrupción”. En julio de 2020 anunció que estas, junto con los puertos, pasarían al control de la Secretaría de Marina, encabezada entonces por el almirante Rafael Ojeda, lo que quedó formalizado en un decreto publicado en octubre de ese mismo año.
Con ello, el sistema aduanero dejó de estar bajo la administración del SAT para quedar en manos de la Marina, bajo supervisión directa de la Presidencia. En este periodo se sucedieron varios titulares, entre ellos Ricardo Peralta, Ricardo Ahued, Horacio Duarte y Rafael Marín Mollinedo, quien actualmente dirige la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM).
Sin embargo, bajo este nuevo esquema se habría formado una de las mayores redes criminales de contrabando y distribución ilegal de combustible, en la que estuvieron implicados altos mandos de la Marina, como los hermanos Manuel Roberto y Fernando Farías, sobrinos políticos del entonces secretario de Marina. El caso, revelado durante el actual gobierno de Claudia Sheinbaum, sigue bajo investigación.



