Maureen Slough, una mujer irlandesa de 58 años, se sometió a un suicidio asistido en Suiza en julio, después de mentir a su familia diciéndoles que se iba de vacaciones a Lituania. El caso ha generado un intenso debate sobre los procedimientos de la “muerte digna”.
El 8 de julio, Slough viajó a Suiza. Su hija, Megan Royal, se enteró de la verdadera razón del viaje un día después, cuando una amiga de su madre, quien le había hecho jurar no revelar nada, la contactó para contarle sobre los planes de su madre. La familia intentó comunicarse con Slough para persuadirla de regresar a casa, pero ella falleció al día siguiente. La hija recibió la notificación del fallecimiento de su madre por medio de un mensaje de texto de la organización suiza Pegasos, que gestiona procedimientos de muerte asistida.
Presunta falsificación de documentos
Megan Royal afirma que los documentos de consentimiento familiar para el procedimiento fueron falsificados. La organización Pegasos indicó haber recibido documentos firmados por Royal y un correo electrónico en el que supuestamente la hija confirmaba su acuerdo y lamentaba no poder acompañar a su madre. Sin embargo, Royal sostiene que la firma y el correo electrónico son falsos. Esta situación ha puesto en duda los procesos de verificación de la organización suiza.
Depresión como causa del suicidio asistido
Maureen Slough solicitó el suicidio asistido argumentando una “profunda e irremediable depresión”, un padecimiento que su hija confirma que sufría desde la muerte de sus dos hermanas. Aunque la depresión y otros trastornos psicológicos de Slough son reconocidos por su familia, su hija considera que estos padecimientos no justificaban la solicitud de muerte asistida. Anteriormente, Slough ya había tenido un intento de suicidio.
Nota: En caso de necesitar ayuda psicológica, puede contactar a la Línea de la Vida, que ofrece servicio las 24 horas del día.



