El capitán Alejandro Torres Joaquín, exdirector de la Aduana de Tampico, se ha convertido en testigo protegido de la Fiscalía General de la República (FGR) tras entregar voluntariamente 29.5 millones de pesos en efectivo. Este dinero, según su testimonio, corresponde a sobornos recibidos por permitir la descarga ilegal de 14 buques con combustible ilícito entre abril de 2024 y enero de 2025. Torres Joaquín, ahora con el nombre clave “Santos”, ha decidido colaborar para “atenuar cualquier posible imputación penal” y proteger a su familia de represalias.
En su declaración, Torres ha señalado a los presuntos líderes de la red, incluyendo a Miguel Ángel Solano Ruiz y a un grupo conocido como “Los Primos”, supuestamente encabezado por el vicealmirante Manuel Roberto Farías Laguna y el contralmirante Fernando Farías Laguna, sobrinos políticos del exsecretario de Marina. El esquema de corrupción consistía en recibir pagos tras cada descarga ilegal, y luego distribuir parte del dinero entre otros funcionarios. El desmantelamiento de la red se precipitó tras el aseguramiento del buque “Challenge Procyon” en marzo de 2025, un hecho que llevó a Torres a sentirse acorralado y a buscar a la FGR para entregar el dinero y colaborar con la justicia. Las investigaciones continúan y se espera que su testimonio sea clave para procesar a los presuntos implicados.



