Al menos 800 personas perdieron la vida y más de 2,700 resultaron heridas tras un fuerte sismo que sacudió el este de Afganistán la noche del domingo. La provincia más afectada fue Kunar, donde se contabilizaron 800 fallecidos y 2,500 lesionados, según informó este lunes el portavoz del gobierno talibán, Zabihullah Mujahid.
En la vecina provincia de Nangarhar, donde se localizó el epicentro, murieron al menos 12 personas y 255 más resultaron heridas. Las réplicas se sintieron a cientos de kilómetros del epicentro, agravando el impacto en una región ya golpeada por la pobreza, la inseguridad y una severa crisis humanitaria.
Según Ihsanullah Ihsan, director de Información y Cultura en Kunar, cientos de viviendas fueron destruidas en los distritos de Nurgal, Sawkay, Watapur, Dara Pech y Chapi Dara, dejando a muchas familias sin hogar.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) reportó que el epicentro se ubicó a tan solo 8 kilómetros de profundidad, lo que incrementó significativamente el poder destructivo del sismo. A este evento le siguieron al menos cinco réplicas, una de ellas de magnitud 5.2.
Internacionales 🇦🇫, más 800 muertos y 2000 heridos tras un fuerte terremoto de 6.0 grados en la provincia de Kunar en Afganistán cerca de la frontera con Pakistán#SomosWeNewsEc pic.twitter.com/fk0LCf12ZU
— We News (@wenewsec) September 1, 2025
Además de la tragedia sísmica, las autoridades reportaron que Nangarhar también sufrió recientemente graves inundaciones, que dejaron cinco muertos y afectaron cosechas, complicando aún más la situación en una zona ya duramente golpeada.
Afganistán enfrenta este desastre en medio de una severa crisis humanitaria, con recursos limitados para responder, tras décadas de conflicto armado y una caída en la ayuda internacional desde el retorno del régimen talibán.
La comunidad internacional observa con preocupación el desarrollo de esta nueva tragedia natural en un país con una historia marcada por terremotos. En años recientes, el país ha sido escenario de otros movimientos telúricos mortales, como el de junio de 2022 en Paktika, donde murieron más de mil personas.
Se espera que organismos internacionales y organizaciones humanitarias respondan con ayuda urgente en las próximas horas.



