Minneapolis.- Lo que debía ser un día normal de clases se convirtió en una escena de horror para estudiantes, docentes y padres de familia de la Annunciation Catholic School. En pleno inicio de la misa semanal, un hombre armado irrumpió en el colegio y abrió fuego indiscriminadamente.
El saldo es devastador: al menos dos niños perdieron la vida y 17 personas resultaron heridas, entre ellas varios menores de edad en estado crítico. Cinco de ellos fueron trasladados al hospital Children’s Minnesota, mientras que el centro médico Hennepin Healthcare reportó múltiples pacientes vinculados al ataque.
El agresor murió por una herida de bala autoinfligida poco después de los hechos. Agentes del FBI, ATF y la Oficina de Aprehensión Criminal de Minnesota continúan procesando la escena. Las autoridades aseguraron que ya no existe una amenaza activa para la comunidad.
Desde la Casa Blanca, el presidente Donald Trump expresó sus condolencias y confirmó el monitoreo constante del caso por parte de su administración. A su vez, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, informó que se trabaja en coordinación con agencias locales y federales.

El gobernador de Minnesota, Tim Walz, calificó el acto como “una tragedia atroz” y pidió no politizar el dolor de las familias, mientras que el alcalde Jacob Frey convocó a una rueda de prensa e instó a la población a mantenerse alejados del área de emergencia.
La escuela Annunciation, fundada en 1923, recibió a sus alumnos por tercera vez en el nuevo ciclo escolar. Padres, alumnos y personal fueron evacuados a un centro de reunificación.
Este ataque se suma a una alarmante ola de violencia armada en Minneapolis, donde en las últimas 24 horas se han registrado tres balaceras más, con al menos cinco muertos y ocho heridos.
El presidente del Comité Nacional Demócrata, Ken Martin, y la senadora Amy Klobuchar exigieron medidas urgentes para frenar la violencia en las escuelas. “No podemos seguir normalizando estas tragedias”, sentenció Martin. “Es hora de actuar”, agregó Klobuchar.
La ciudad se encuentra de luto, con vigilias espontáneas y muestras de solidaridad que se han multiplicado en las últimas horas. Mientras tanto, la comunidad educativa espera respuestas y consuelo en medio del dolor.



