Washington, D.C.— La Guardia Costera de Estados Unidos informó sobre la incautación de más de 34.000 kilos (75.000 libras) de drogas este verano en operaciones llevadas a cabo en el Pacífico y el Caribe, lo que la agencia calificó como la mayor confiscación en su historia reciente, con un valor aproximado de 473 millones de dólares en el mercado negro.
El operativo se realizó en colaboración con el Departamento de Defensa estadounidense y permitió interceptar un total de 19 embarcaciones que transportaban drogas en zonas cercanas a las Islas Galápagos de Ecuador, la costa de Venezuela, México, República Dominicana, Jamaica y Aruba. La Guardia Costera precisó que algunas de las embarcaciones fueron detectadas por aviones de patrulla marítima antes de ser abordadas y registradas por los equipos de intervención.
Durante estos operativos fueron detenidos 34 presuntos traficantes de drogas, aunque las autoridades no especificaron el número total de personas involucradas en todos los operativos. El cargamento incautado incluía aproximadamente 28.000 kilos de cocaína y 6.500 kilos de marihuana, los cuales fueron descargados en el buque Hamilton de la Guardia Costera en Port Everglades, Florida.
La agencia destacó que estas incautaciones representan un esfuerzo significativo para combatir el tráfico de drogas en la región y subrayó la importancia de la coordinación con otras fuerzas de seguridad en el marco de operaciones internacionales.
Asimismo, se recordó que la Guardia Costera forma parte del Departamento de Seguridad Nacional y cuenta actualmente con más de 43.000 miembros en servicio activo, 8.000 reservistas y 30.000 miembros auxiliares. La administración Trump ha prometido reforzar la flota y aumentar el personal militar del servicio en al menos 15.000 integrantes adicionales para finales del año fiscal 2028, con el objetivo de fortalecer la seguridad marítima y las operaciones de interdicción de drogas.
La magnitud de esta incautación refleja la continua lucha de Estados Unidos contra el tráfico de drogas en aguas internacionales y resalta la relevancia estratégica de las operaciones marítimas en el Pacífico y el Caribe para frenar la entrada de estupefacientes al país y a otros mercados.



