Washington, D.C.— La integrante de la Junta de la Reserva Federal de Estados Unidos, Lisa Cook, rechazó este martes la supuesta destitución emitida por el presidente Donald Trump, quien afirmó haberla removido “con efecto inmediato” por presuntas irregularidades en créditos hipotecarios. La funcionaria fue contundente al asegurar que el mandatario “no tiene autoridad legal” para separarla de su cargo.
Cook, a través de un comunicado emitido por su abogado Abbe Lowell, declaró que “el presidente Trump dijo despedirme ‘con causa justificada’ cuando no existe causa legal alguna y no tiene autoridad para hacerlo”. El equipo legal de la funcionaria también anunció que tomarán todas las medidas necesarias para frenar lo que consideran un intento ilegal de intervenir en la independencia de la Reserva Federal.
BREAKING: Fed Governor Lisa Cook pushes back with a strong statement after Trump claimed to fire her:
“President Trump purported to fire me ‘for cause’ when no cause exists under the law, and he has no authority to do so. I will not resign and will continue my work to support… pic.twitter.com/NpL7igGlRg
— Republicans against Trump (@RpsAgainstTrump) August 26, 2025
La polémica surgió luego de que Trump, la noche del lunes, difundiera una carta en la que justificaba la destitución de Cook basándose en una denuncia presentada por el director de la Agencia Federal de Financiamiento de la Vivienda (FHFA), un aliado suyo, quien la acusa de irregularidades como registrar dos residencias principales —una en Michigan y otra en Georgia— en el contexto de créditos hipotecarios.
Sin embargo, Lisa Cook no enfrenta actualmente cargos penales y las supuestas faltas ocurrieron antes de que fuera designada como integrante de la Fed. De acuerdo con una decisión reciente de la Corte Suprema de EE.UU., los miembros de la Junta solo pueden ser removidos “por causa justificada”, una figura legal que requiere pruebas sólidas de faltas graves.
Hasta el momento, la Reserva Federal no ha emitido un posicionamiento oficial sobre el caso. No obstante, este nuevo choque entre la Casa Blanca y el banco central reaviva el debate sobre la autonomía de la institución financiera, considerada clave para la estabilidad económica del país. Cook permanece en funciones mientras se define el rumbo legal de este inédito enfrentamiento.



