imón Pérez, economista y ex asesor financiero conocido por sus apariciones en medios y su asesoría en temas de inversión y finanzas, atraviesa una profunda crisis personal y profesional. Hace aproximadamente siete años, Pérez perdió su prestigio y estabilidad tras la difusión de un video en el que aparecía aparentemente bajo los efectos de sustancias, lo que provocó su despido de múltiples empleos y la pérdida de su patrimonio.
En sus mejores momentos, Pérez tuvo una carrera prometedora, incluyendo su papel como maestro en administración financiera, propietario de una consultora y conferencista en España. Su pareja, Silvia Charro, también participaba activamente en la asesoría financiera y apoyo en sus proyectos.
Sin embargo, la viralización del video marcó un punto de quiebre. En sus propias palabras, perdió 660 mil euros —equivalente a más de 14 millones de pesos mexicanos— en apenas 24 horas. Desde entonces, su vida ha estado marcada por dificultades económicas, cortes de servicios básicos y la pérdida de estabilidad.
Para sobrevivir, Pérez y Charro recurrieron a las redes sociales, inicialmente retomando temas financieros, pero luego cambiaron a retos y dinámicas humillantes propuestas por los seguidores, incluyendo tatuajes no deseados y conductas extremas durante transmisiones en vivo. Este tipo de contenido llevó a que sus cuentas en plataformas como YouTube, Twitch y Kick fueran suspendidas reiteradamente por violaciones a sus políticas.
La situación de Pérez ha generado preocupación y debate en redes sociales, con opiniones divididas entre quienes lamentan su situación y quienes cuestionan la autenticidad de su crisis, incluso señalando que podría estar atravesando un proceso autodestructivo.
Actualmente, Simón Pérez sigue publicando contenidos en línea, mostrando episodios de vulnerabilidad, problemas personales y dificultades emocionales, siendo una figura que refleja las complejas realidades que pueden enfrentar personas públicas tras un desplome profesional.



