Estados Unidos.– Estados Unidos ha iniciado un operativo militar estratégico en el sur del mar Caribe para enfrentar a grupos criminales latinoamericanos designados como organizaciones terroristas internacionales. De acuerdo con información obtenida por la agencia Reuters, el presidente Donald Trump ordenó al Pentágono preparar y ejecutar acciones ofensivas contra cárteles vinculados al narcotráfico y la violencia en la región.
El despliegue contempla el envío de unidades navales y aéreas para reforzar la seguridad marítima y aérea, así como para colaborar con agencias antidrogas en la vigilancia de rutas utilizadas por cárteles. El operativo forma parte de un esfuerzo más amplio por fortalecer la seguridad fronteriza y limitar la migración irregular.
🇺🇲🪖 #EstadosUnidos ordenó el despliegue de fuerzas aéreas y navales en el sur del Mar #Caribe para supuestamente enfrentar las amenazas de los cárteles de la droga latinoamericanos, informaron a #Reuters dos fuentes informadas sobre la decisión.👇🏻
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Entre los grupos señalados se encuentran el Cártel de Sinaloa (México), el Tren de Aragua y el Cártel de los Soles (ambos de Venezuela), los cuales fueron incluidos en febrero en la lista de organizaciones terroristas globales. Esta designación permite al gobierno estadounidense ampliar su margen legal para sancionar, perseguir y ejecutar operativos internacionales contra sus integrantes.
En paralelo, la fiscal general Pam Bondi anunció que la recompensa por la captura del presidente venezolano Nicolás Maduro se duplicó a 50 millones de dólares. Acusado de conspiración narcoterrorista desde 2020, Maduro estaría vinculado al tráfico de 30 toneladas de cocaína, según reportes de la DEA. Además, el Departamento de Justicia ha confiscado más de 700 millones de dólares en activos ligados a su red criminal.
El subsecretario de Estado Cristóbal Landau enfatizó que la relación de EE.UU. con Venezuela es “un tema de ley, no diplomático”, calificando al régimen de Maduro como una “banda criminal”.
Con esta acción, el Pentágono busca ampliar el radio de operaciones de sus fuerzas armadas y agencias federales para proteger a Estados Unidos de las amenazas generadas por estas organizaciones narco-terroristas.
