EEUU.- El Departamento de Trabajo de Estados Unidos reportó que la inflación interanual se mantuvo estable en 2.7% durante julio, sin cambios respecto a junio, de acuerdo con el Índice de Precios al Consumidor (IPC).
No obstante, la inflación subyacente —que excluye alimentos y energía por su alta volatilidad— aumentó 0.3% mensual y alcanzó un 3.1% anual, lo que podría influir en futuras decisiones de política monetaria por parte de la Reserva Federal.
Este indicador es seguido de cerca por economistas y autoridades debido a que refleja con mayor precisión las presiones internas de precios, y su incremento podría mantener las tasas de interés elevadas por más tiempo.
Impacto de nuevos aranceles y cambios en la BLS
El panorama económico se complica por la reciente imposición de tarifas aduaneras impulsadas por el presidente Donald Trump desde enero. Aunque analistas advierten que estas medidas podrían trasladarse a los precios, el índice general aún no refleja aumentos significativos.
En declaraciones recientes, Trump minimizó las preocupaciones inflacionarias y aseguró que “no existe inflación significativa”, por lo que consideró innecesario que la Reserva Federal mantenga tasas altas.
Además, el mandatario nombró a E.J. Antoni como nuevo titular de la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS), organismo encargado de calcular el IPC. Antoni, economista de la conservadora Heritage Foundation, reemplaza a la anterior directora destituida tras la publicación de datos negativos sobre el empleo.
Inflación bajo control, pero con focos de presión
Aunque el índice general muestra moderación en comparación con el pico de más del 9% alcanzado en 2022, algunos sectores como vivienda, servicios y manufactura aún registran alzas por encima del promedio.
La Reserva Federal tomará en cuenta estos datos para su próxima decisión sobre tasas de interés, con un delicado equilibrio entre sostener el crecimiento económico y controlar la inflación persistente.



