Washington.– El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció un aumento en la recompensa por información que lleve a la captura del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, elevándola de 25 a 50 millones de dólares. El anuncio fue realizado por la fiscal general Pam Bondi, quien acusó a Maduro de narcotráfico y de colaborar con cárteles para introducir cocaína con fentanilo en territorio estadounidense.
“Bajo el liderazgo del presidente Trump, Maduro no escapará de la justicia y tendrá que rendir cuentas por sus crímenes”, declaró Bondi.
Sin embargo, el anuncio generó burlas en redes sociales, donde la frase “Está en Venezuela” se volvió tendencia. Usuarios ironizaron que la ubicación del mandatario venezolano es de dominio público, criticando que se ofrezca tal recompensa por una información evidente. Algunos comentarios también vincularon la medida con la controversia en torno a los archivos del caso Jeffrey Epstein, sugiriendo que la recompensa servía para desviar la atención de ese tema.
El ministro de Asuntos Exteriores de Venezuela, Yvan Gil, calificó la decisión como “patética” y acusó a Bondi de orquestar una “burda operación de propaganda política”. Señaló además que la funcionaria ha estado involucrada en declaraciones polémicas relacionadas con el caso Epstein.
Maduro enfrenta desde 2020 cargos federales en Estados Unidos por narcoterrorismo y conspiración para importar cocaína. En ese año, bajo la administración de Trump, se ofreció inicialmente una recompensa de 15 millones de dólares, cantidad que posteriormente el gobierno de Joe Biden incrementó a 25 millones.
A pesar de las acusaciones y sanciones internacionales, Maduro mantiene el poder en Venezuela, respaldado por sus aliados internos y tras una reelección en 2024 que fue rechazada por varios gobiernos, incluidos Estados Unidos y la Unión Europea, por considerarla fraudulenta.
Bondi informó que el Departamento de Justicia ha incautado más de 700 millones de dólares en activos vinculados a Maduro, incluidos dos aviones privados, y que cerca de siete toneladas de cocaína confiscadas fueron rastreadas directamente al mandatario venezolano.



