Allentown, Pensilvania, 21 de julio de 2025. — Un caso que ha causado indignación y preocupación en círculos de derechos humanos salió a la luz tras conocerse la historia de Luis León, un hombre de 82 años que fue deportado en secreto a Guatemala luego de acudir a renovar su tarjeta de residencia permanente (green card) en una oficina de inmigración en Estados Unidos.
León, quien residía en Allentown, Pensilvania, había sido beneficiario de asilo político en 1987, tras denunciar haber sido víctima de tortura durante el régimen militar de Augusto Pinochet en Chile. Según información publicada por el diario Morning Call y confirmada por su familia, el pasado 20 de junio, el adulto mayor asistió a una cita oficial para reponer su documento migratorio perdido, sin sospechar que sería detenido y deportado sin aviso previo ni debido proceso.
Arresto sin explicación y deportación encubierta
Durante su cita con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), León fue esposado por dos agentes federales sin explicación alguna, según relató su esposa, quien también se encontraba en el lugar y fue retenida en el edificio durante más de 10 horas, sin información sobre el paradero de su esposo.
Tras el incidente, la familia no volvió a tener noticias de León y comenzó una angustiante búsqueda para localizarlo. En medio de la incertidumbre, una mujer que se presentó como abogada de inmigración se comunicó con ellos para ofrecer su ayuda, aunque se negó a revelar cómo obtuvo la información ni el paradero del adulto mayor.
La situación se volvió aún más desconcertante cuando las autoridades habrían informado erróneamente a algunos familiares que León había fallecido, versión que posteriormente se comprobó falsa, ya que finalmente se supo que fue deportado a Guatemala, un país al que no tenía vínculos recientes y donde no contaba con familiares ni medios para valerse por sí mismo.
Denuncian violaciones a derechos humanos
Organizaciones civiles y defensores de migrantes han comenzado a pronunciarse ante lo que califican como una violación grave a los derechos humanos, especialmente por tratarse de un adulto mayor con estatus legal y reconocido historial como refugiado.
La familia de Luis León exige una investigación formal y su repatriación inmediata a Estados Unidos, así como una explicación oficial sobre las razones de su detención y deportación.
Hasta el momento, el ICE no ha emitido una declaración pública sobre el caso.