Un fuerte sismo de magnitud 7.3 sacudió el miércoles la región de las Islas Aleutianas, en Alaska, activando una alerta de tsunami y provocando la evacuación preventiva de zonas costeras. Aunque no se registraron daños significativos ni personas heridas, el evento sí captó el interés de la comunidad científica.
El sismo y la alerta de tsunami
El movimiento telúrico ocurrió a las 12:37 p.m. (hora local), desencadenando de inmediato una alerta de tsunami que abarcó más de 1,100 kilómetros de la costa sur de Alaska. Autoridades locales instaron a los habitantes a buscar zonas elevadas ante la posibilidad de una ola de gran magnitud.
Sin embargo, una hora después, la alerta fue degradada a aviso y posteriormente cancelada. Según el Centro Nacional de Alerta de Tsunamis, la altura máxima registrada fue de apenas 10 centímetros en Sand Point, localidad cercana al epicentro.
Las autoridades destacaron la eficiencia del sistema de notificación, que incluye sirenas, radio pública, redes sociales, alertas móviles e incluso visitas casa por casa, como parte del protocolo de protección civil.
Una zona altamente sísmica
Alaska es el estado con mayor actividad sísmica en Estados Unidos y una de las regiones más activas del mundo. De acuerdo con el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), el estado registra al menos un sismo de magnitud 7 cada año. Uno de los eventos más destructivos fue el terremoto de magnitud 9.2 en 1964, que generó un tsunami y causó la muerte de aproximadamente 130 personas.
En este contexto, el reciente terremoto no fue una sorpresa para los expertos, pero sí generó un interés particular debido a la frecuencia con la que se han presentado eventos similares en los últimos años.
Un patrón preocupante
El sismólogo estatal Michael West explicó que el sismo parece formar parte de una “secuencia sísmica más amplia” que ha afectado la región desde 2020. Desde entonces, cinco sismos mayores a magnitud 7 se han registrado en la misma zona.
“No diría que se trata de un terremoto aislado. Parece formar parte de una secuencia más amplia que abarca los últimos años”, afirmó West. Aun así, pidió no caer en alarmismos, aunque reconoció la necesidad de mantenerse alertas.
El riesgo de desatención
Tanto West como Jeremy Zidek, portavoz de la división de gestión de emergencias de Alaska, advirtieron sobre el llamado “efecto de agotamiento” que pueden experimentar los residentes, al evacuar repetidamente sin que ocurra un evento destructivo.
Sin embargo, recordaron el terremoto de magnitud 8.6 ocurrido en 1946 en la misma región, que provocó un tsunami devastador y causó más de 150 muertes en Hawái. Este evento fue el detonante para establecer el sistema de alerta de tsunamis en Estados Unidos.
“Esta zona es capaz de sufrir tsunamis transpacíficos, y la mejor manera de estar preparados es no olvidar nuestra historia”, concluyó West.