Nueva York (EFE).- El rapero estadounidense Kanye West, también conocido como Ye, fue acusado este jueves de agresión y tráfico sexual por Lauren Pisciotta, una de sus antiguas asistentes, en una nueva denuncia que se suma a la otra que ya presentó en junio de 2024.
Pisciotta trabajó como ayudante personal del artista, llegando a ser jefa de personal de sus diversas empresas, entre julio de 2021 y octubre de 2022, fecha en la que fue despedida, según sus abogados, por negarse a cumplir con las insinuaciones sexuales del rapero.
En esta segunda demanda, Pisciotta alega que West «la violó oralmente sin su consentimiento» y la obligó a cumplir con sus exigencias sexuales haciéndole falsas promesas sobre su carrera profesional, según la revista Variety.
En la denuncia original, lo imputaba de acoso sexual, incumplimiento de contrato, despido injustificado y ambiente de trabajo hostil, que se añaden a las actuales denuncias formando una lista de once, entre las que se encuentran agresión sexual y física, tráfico sexual, discriminación o infligir intencionalmente angustia emocional.
Los presuntos hechos por los que denuncia a Kanye West
Según recoge el documento, la antigua asistente estuvo sometida a «comentarios obscenos sobre su cuerpo, (el cantante) le exigió que usara ropa ajustada, la manoseó regularmente, la obligó a observar a Ye teniendo relaciones sexuales con otras mujeres», y enviar y recibir «fotos sexualmente explícitas».
También indica que el rapero exigió que «repetidamente participara en sus encuentros sexuales, a lo cual ella se negó», según la demanda que recoge Variety.
«En una ocasión, Ye intentó penetrar vaginalmente a la Sra. Pisciotta con los dedos. En otra ocasión, la violó oralmente sin su consentimiento», recoge la demanda, que señala que ambas agresiones se produjeron mientras Pisciotta trabajaba para West.
En el caso de la acusación de tráfico sexual, el documento apunta que el rapero «reclutó y engañó a la demandante haciéndole promesas fraudulentas de ascenso profesional a cambio de su consentimiento al contacto sexual de Ye» y este utilizó la fuerza y la coerción para que se cumplieran sus exigencias sexuales.
El despido no fue el final
Según la demanda, tras el despido de la asistente, el acoso continuó ya que West se mudó al mismo complejo de apartamentos donde la antigua asistente residía e incluso cuando esta se desplazó a Florida «para escapar de él».
Ya en Florida, el acoso asegura que se transformó en «reportar falsamente emergencias e incidentes inexistentes, así como solicitar servicios y entregas fraudulentas a su domicilio».
Pisciotta exigió un juicio con jurado para reclamar daños generales, económicos y punitivos, incluidas las pérdidas de ingresos pasados y futuros.
Este caso recuerda al juicio celebrado recientemente en Nueva York al que West asistió como espectador, donde al también rapero Sean Combs, conocido como Diddy, estaba acusado de tráfico sexual, crimen organizado y otros delitos, pero se le declaró culpable solo de los cargos menos graves a los que se enfrentaba.