Nápoles, Italia – Lo que comenzó como un juego informal en un patio de Berlín se ha convertido en uno de los eventos más singulares del arte contemporáneo: la Coppa Pizzeria, un torneo de fútbol-performance que este año transformó el puerto de Nápoles en un coliseo improvisado.
Diseñado por el artista Daniele Sigalot, el torneo reunió a 34 equipos en partidos de 5 minutos, sin reglas estrictas, con disfraces extravagantes y goles validados por el capricho del árbitro. En la cancha, se vieron desde dinosaurios hasta cartas gigantes como barreras defensivas. Todo esto acompañado por un DJ, open bar y barbacoa.
El premio al mejor disfraz y la acción más artística se lo llevó un jugador disfrazado de cubo de basura que, al recibir la copa, se arrojó dentro de sí mismo en una escena que dejó claro que aquí, el arte no tiene límites.
La próxima edición será durante la Bienal de Venecia en 2026, prometiendo otro capítulo de irreverencia conceptual en el mundo del fútbol.