México.- El cambio climático ya golpea con fuerza al campo mexicano, alterando los ciclos agrícolas, secando pozos y poniendo en riesgo el sustento de miles de familias. Agricultores como Enrique Rochín, de Baja California Sur, describen cómo las estaciones han cambiado: los inviernos son más cortos y los veranos más largos y calurosos, lo que obliga a modificar los cultivos y usar más agua para el riego.
La irregularidad de las lluvias y el aumento de fenómenos extremos como huracanes han provocado pérdidas económicas devastadoras. A esto se suma la subida de precios en fertilizantes y energía, que deja a los pequeños productores en situaciones críticas.
Frente a esta realidad, muchos agricultores están apostando por la agroecología, una alternativa sostenible que incluye prácticas como el uso de materia orgánica, cultivos de cobertura y el abandono de pesticidas químicos. Estas estrategias buscan no solo adaptarse al clima, sino reducir la vulnerabilidad y mejorar la resiliencia del campo mexicano.