Coronel Oviedo, Paraguay. La ciudad se encuentra consternada tras el hallazgo del cuerpo calcinado de María Fernanda Benítez, una joven de 17 años que había sido reportada como desaparecida el pasado 27 de mayo. Su cadáver fue encontrado cinco días después en un terreno baldío, y la autopsia reveló detalles desgarradores: fue quemada viva y estaba embarazada de aproximadamente cuatro meses.
El informe forense, a cargo del doctor Pablo Lemir, concluyó que María Fernanda murió por intoxicación por monóxido de carbono, lo que indica que aún estaba con vida al momento de ser incendiada. Además, presentaba golpes en la cabeza y una fractura en el brazo, evidencia de una agresión previa.
Los principales sospechosos del feminicidio son Bernardo, su pareja sentimental, y una amiga cercana. Según declaraciones del padre de la víctima, Leonardo Benítez, se sospecha que la joven fue llevada a una farmacia donde se practicaban abortos clandestinos. Ahí habría perdido el conocimiento, y posteriormente su cuerpo fue trasladado y quemado en un terreno frente a la vivienda del padre del presunto agresor.
El caso ha generado indignación en todo Paraguay, donde organizaciones sociales y ciudadanos exigen justicia y un reforzamiento urgente de las políticas de protección a mujeres y adolescentes. Las autoridades ya han iniciado una investigación penal para determinar la responsabilidad de los involucrados y si hubo premeditación, complicidad o encubrimiento.
Este crimen, catalogado como feminicidio con extrema violencia, ha encendido las alarmas a nivel nacional sobre la urgente necesidad de frenar la violencia de género en el país.