Tasmania, Australia. Un inesperado hallazgo captó la atención de la comunidad científica y de miles de usuarios en redes sociales: un pez remo de 2.7 metros fue encontrado en Ocean Beach, en la costa occidental de Tasmania. La responsable del descubrimiento fue Sybil Robertson, una paseadora de perros que, al notar el enorme cuerpo plateado del animal sobre la arena, supo que se trataba de algo fuera de lo común.
“Fue fantástico. Sabía que era algo inusual y extraño”, declaró Robertson. Aunque en un principio desconocía la importancia de su hallazgo, compartió fotografías en un grupo local de Facebook, publicación que se viralizó rápidamente y se difundió a nivel global, llegando a plataformas como Reddit e Instagram.
Entre el mito y la realidad
El pez remo, también conocido como Ryugu no tsukai en la mitología japonesa, ha sido considerado tradicionalmente un presagio de catástrofes naturales, como terremotos y tsunamis. Su aparición suele provocar una mezcla de fascinación y temor colectivo, especialmente desde su vinculación cultural con el desastre de Fukushima en 2011.
A pesar de que no existe evidencia científica que respalde esta conexión entre el pez remo y eventos naturales, la superstición persiste. En redes sociales, algunos usuarios comentaron frases como: “El océano está descontento con el desprecio de la humanidad” y “Últimamente, el mundo parece acabarse con más frecuencia”.
Un fenómeno que se repite
El caso de Tasmania no es aislado. Dailymail reportó que el 10 de febrero de 2025 otro pez remo fue avistado en Playa Quemada, en las Islas Canarias. Semanas antes, surfistas hallaron uno más en Baja California, México, generando inquietud ante lo que algunos ven como un patrón creciente de avistamientos.
Una criatura de las profundidades
El pez remo puede alcanzar hasta 11 metros de largo y pesar más de 200 kilogramos. Habita normalmente en aguas profundas, lo que hace de cada aparición costera un evento poco común y altamente llamativo. Su cuerpo largo, plateado y su aleta dorsal roja lo convierten en una criatura inconfundible.
Reflexión final
El hallazgo en Tasmania renueva el interés por esta especie marina, que representa un punto de encuentro entre el conocimiento científico y la mitología ancestral. Más allá del miedo o la admiración, su aparición nos recuerda lo poco que conocemos del océano y de las criaturas que habitan sus misteriosas profundidades.