La industria del cine y la televisión pasó de representar en 2013 un 64 % de la esfera del entretenimiento en el condado de Los Ángeles a un 52 %, de acuerdo con un informe de Otis College of Art and Design en mayo del año pasado.
Y la huelga de sindicatos de guionistas y actores que paralizó Hollywood en 2023 por más de 100 días decrepitó lo inevitable: el empleo en el sector cinematográfico y televisivo cayó ese año al 27 % en comparación con el 35 % del año anterior.
Las consecuencias de la huelga de sindicatos y guionistas
Desde entonces, la industria no levanta cabeza y aunque el cine estadounidense repuntó sus ingresos un 15,8 % con respecto al año pasado, con los recientes éxitos en taquilla de ‘Minecraft’, ‘Thunderbolts’ o ‘Sinners’, según datos de Variety, Hollywood está lejos de su idílica imagen de bienestar.
Los rodajes de películas y series de televisión en Los Ángeles se redujeron de enero a marzo un 22,4 % interanual motivado por «un descenso global de la producción y la intensificación de la competencia», según el último informe de FilmLA, la oficina encargada de gestionar los permisos de grabación en la ciudad californiana.
Tampoco se salvan los estudios, que gastaron 11.300 millones de dólares en producciones en el segundo trimestre de 2024, una caída del 20 % con respecto al mismo período de 2022, reflejando así «una desaceleración de la actividad del sector», apuntó el estudio de producción digital Entertainment Partners en un documento.
El impacto de una política arancelaria
El artífice detrás de la ‘bomba’ que dejó caer Trump el pasado domingo resulta ser Jon Voight, padre de Angelina Jolie y ostentador del título de embajador especial de EE.UU. para Hollywood. Junto a Mel Gibson y Sylvester Stallone, lidera la titánica tarea de recuperar el negocio del cine en plena crisis del sector.