El 3 de agosto de 2019, Patrick Crusius perpetró una masacre en el Walmart Cielo Vista de El Paso, Texas. Armado con un rifle semiautomático, disparó a quemarropa contra personas inocentes, con el objetivo explícito de asesinar a latinos.
Patrick Crusius, un joven de 20 años originario de Dallas, condujo más de 10 horas hasta El Paso para llevar a cabo el ataque. Antes del tiroteo, publicó un manifiesto en redes sociales donde expresaba ideas supremacistas blancas y antimigrantes. Declaró que su intención era “matar a cuantos latinos fuera posible”.
La tragedia ocurrió poco antes del mediodía del sábado 3 de agosto de 2019, dentro de la tienda Walmart ubicada en el centro comercial Cielo Vista, en El Paso, Texas.
Crusius afirmó que su ataque tenía un “motivo racial”. Según sus publicaciones en Facebook y Twitter, buscaba atentar contra la comunidad hispana. Su manifiesto fue interpretado como un llamado al odio, sustentado en ideologías de supremacía blanca.
El ataque cobró la vida de 23 personas —22 el mismo día y una más un año después, debido a las heridas, y dejó a otras 22 heridas. Entre las víctimas mortales había adultos y un adolescente de apenas 15 años.
Lejos de sembrar miedo, el ataque generó un movimiento de unidad y fortaleza entre la comunidad hispana de El Paso, una ciudad de mayoría latina. A casi seis años de la tragedia, se avanza hacia la justicia para las víctimas y sus familias, en un caso que marcó a Estados Unidos y al mundo entero.