Tessa Romero, de 50 años y residente en Málaga, vivió una experiencia que marcó un antes y un después en su vida. Según informó el medio británico The Sun, su corazón dejó de latir por 24 minutos, tiempo durante el cual fue declarada clínicamente muerta. Contra todo pronóstico, los médicos lograron reanimarla, y al recobrar la conciencia, compartió un testimonio que ha impactado a miles.
Todo comenzó una mañana mientras llevaba a sus hijas a la escuela. De forma repentina, sintió una fuerte sensación de muerte inminente antes de colapsar. Ya en el hospital, su corazón se detuvo. Durante esos 24 minutos, Romero aseguró haber experimentado una sensación de calma total, sin dolor físico ni emocional.
“Lo primero que sentí fue una paz inmensa, por primera vez en mucho tiempo, ya no había dolor ni sufrimiento”, declaró al medio. Asegura que pudo verse flotando sobre su cuerpo mientras los médicos trabajaban para salvarla, una vivencia que describió como real, no un sueño.
Romero había enfrentado una enfermedad sin diagnóstico claro por meses, lo que le generó mucha ansiedad. Tras este evento, su perspectiva sobre la vida y la muerte cambió radicalmente: “Ahora veo la muerte como una transición, como cruzar una puerta hacia un lugar lleno de amor y sentido”.
Casos como el de Romero no son únicos. The Sun también reportó la historia de Kevin Hill, de 55 años, quien vivió una experiencia similar al ser reanimado tras un paro cardíaco. Aunque la ciencia aún debate si estas vivencias son fenómenos neurológicos o algo más, testimonios como estos siguen generando preguntas sobre qué hay más allá del último latido.
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