Estados Unidos.- Nueva York está nuevamente en el centro de atención internacional al recibir, por segunda ocasión, al infame narcotraficante Rafael Caro Quintero, conocido como “El Narco de Narcos”. Este giro llega después de las recientes condenas al Chapo Guzmán y Genaro García Luna, así como la audiencia de Ismael “El Mayo” Zambada. Ahora, es el turno del fundador del Cártel de Sinaloa de enfrentar la justicia en la Corte de Brooklyn.
Tras su inesperada entrega a Estados Unidos, Caro Quintero se presentará ante el juez Robert Levy en un ambiente de alta tensión, pues las autoridades estadounidenses lo consideran un criminal de extrema peligrosidad. La llegada del narcotraficante al Centro Metropolitano de Detención de Brooklyn estuvo marcada por un impresionante operativo de seguridad.
El pasado 28 de febrero, Caro Quintero se declaró inocente de los graves cargos que enfrenta, los cuales incluyen narcotráfico, crimen organizado, uso de armas de fuego y, lo más grave, el asesinato del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena.
¿De qué acusa EU a Rafael Caro Quintero?
Caro Quintero, nacido en 1952 en Sinaloa, es una de las figuras más legendarias y temidas del narcotráfico. Se le atribuye haber acumulado una fortuna cercana a los 500 millones de dólares y, según rumores, ofreció pagar la deuda externa de México a cambio de ser dejado operar con libertad. Su historial criminal es impresionante, comenzando con su rol central en el Cártel de Guadalajara y su responsabilidad en el secuestro y asesinato de Enrique “Kiki” Camarena en 1985, lo que desató una feroz persecución internacional por parte de Estados Unidos, que llegó a ofrecer una recompensa de 20 millones de dólares por su captura.
Además de Camarena, Caro Quintero también es señalado por el asesinato del piloto mexicano Alfredo Zavala en el mismo año.
Aunque fue detenido en Costa Rica en 1985 y sentenciado en México, su libertad en 2013 sorprendió al mundo. Un error procesal en el caso Camarena permitió su liberación, pero la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) anuló esa decisión en 2015. Sin embargo, su reinado en el crimen ya había dejado huella, y su captura por parte de Estados Unidos marca el regreso de uno de los más temidos narcotraficantes de todos los tiempos.