El Paso, Texas.- Las autoridades mexicanas extraditaron a Estados Unidos a Eduardo Ravelo, alias “El Tablas”, y Enrique Guajardo López, alias “El Kiki”, líderes de la pandilla Barrio Azteca. Ambos eran considerados fugitivos de alto perfil y estaban en la lista de los más buscados por el FBI debido a su participación en el asesinato de tres personas en el consulado estadounidense de Ciudad Juárez en 2010.
El crimen ocurrió el 13 de marzo de ese año frente a la sede diplomática, donde fueron asesinados de manera brutal Leslie Ann Enriquez Catón, empleada del consulado de EE.UU., su esposo Arthur Redlev y Jorge Alberto Salcido Ceniceros. Este último era esposo de otra empleada del consulado. El ataque generó gran conmoción tanto en México como en Estados Unidos, dado que entre las víctimas se encontraba una mujer embarazada.
Además de estar implicados en estos homicidios, Ravelo y Guajardo López son señalados por su participación en el tráfico de drogas y en múltiples actos violentos ocurridos en México. Su extradición representa un duro golpe para la estructura criminal de Barrio Azteca, una organización ligada al Cártel de Juárez y con fuerte presencia en ambos lados de la frontera.
El caso había permanecido abierto por más de 15 años, reflejando la persistencia de las autoridades estadounidenses en la persecución de los responsables. Un claro ejemplo de ello es el caso del agente de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena, cuyo asesinato en la década de los 80 llevó a una cacería implacable por parte de las agencias de seguridad estadounidenses.
La extradición de estos líderes pandilleros refuerza la política de cooperación entre México y EE.UU. en la lucha contra el crimen organizado y envía un mensaje contundente a los delincuentes: la impunidad no es una opción y enfrentarán la justicia sin importar cuánto tiempo pase.
