Ciudad Juárez, Chih.- Lo que comenzó como un procedimiento de rutina se ha convertido en una pesadilla para la familia de Daira Karina, una joven de 17 años que ingresó el pasado 22 de enero a la Clínica 66 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para un legrado. La cirugía, que se esperaba fuera casi ambulatoria, ha derivado en complicaciones severas que la mantienen en terapia intensiva.
Su madre, desesperada, relata que su hija fue ingresada al área de tococirugía por un sangrado abundante. Los médicos determinaron que era necesario un legrado debido a un tejido que obstruía el útero. Sin embargo, tras la intervención quirúrgica, le informaron que el procedimiento se había complicado. Primero, el anestesiólogo mencionó que el intestino había sido perforado, pero después la doctora a cargo, identificada como la doctora Aguado, aseguró que solo se trataba de una perforación en el útero, la cual había sido reparada.
No obstante, la realidad fue otra. Daira permaneció con el intestino perforado durante tres días, lo que ocasionó una grave contaminación en su organismo. El 30 de enero fue sometida nuevamente a cirugía, donde los médicos encontraron múltiples órganos afectados. Desde entonces, ha tenido que someterse a seis intervenciones quirúrgicas, cada una con nuevas complicaciones. Entre ellas, daño pulmonar por la presencia de líquidos en sus pulmones, un intestino severamente afectado y un abdomen que no puede cerrarse debido a la cantidad de procedimientos realizados.
Además de la grave condición de su hija, la madre de Daira enfrenta otro problema: la falta de insumos médicos en el hospital. Denuncia que ha tenido que conseguir por su cuenta gasas, microdacín y otros materiales para la limpieza de su hija. A pesar de la gravedad de su estado, ningún departamento dentro del IMSS quiere asumir la responsabilidad de su atención. “Se están echando la bolita entre ginecología, cirugía y terapia intensiva. Nadie quiere atender a mi hija”, expresó con indignación.
La angustia de la familia se intensifica con la proximidad del cumpleaños número 18 de Daira, ya que, según les han informado, en cuanto alcance la mayoría de edad, perderá el derecho a la atención médica que actualmente recibe en el IMSS. “Si ahorita no la están atendiendo, después será peor”, lamentó su madre.
Ante la gravedad de la situación, la familia hace un llamado urgente a las autoridades de salud para que se realice el traslado de la joven a una clínica donde reciba la atención especializada que necesita. “Mi hija tiene hambre, no puede comer porque todo lo arroja por su intestino perforado. Su alimentación es únicamente por vía intravenosa y su recuperación, en caso de que sobreviva aquí, será de seis o siete meses”, comentó.
En apoyo a Daira, docentes y alumnos de la Preparatoria Zaragoza, donde estudia la joven, realizaron una manifestación para exigir atención médica adecuada y que se esclarezcan las presuntas negligencias que han llevado a este estado crítico. “No queremos que esto nos pase a nosotros ni a nadie más”, expresaron los manifestantes.



