<strong>México .- </strong>En el corazón de Michoacán, los productores de limón enfrentan una realidad asfixiante: las extorsiones del crimen organizado continúan sin tregua, poniendo en jaque la economía local y la seguridad de miles de familias. Bernardo Bravo Manríquez, presidente de la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán (ACVA), expresó con preocupación que, a pesar de los esfuerzos gubernamentales, la situación no ha mejorado. «La extorsión sigue exactamente igual. Tenemos presencia de las autoridades y vemos detenciones, pero faltan capturas de los líderes«, afirmó Bravo Manríquez.
Extorsiones del crimen organizado: Un problema que persiste
Desde hace años, grupos criminales como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y Los Viagras han impuesto cuotas a cada etapa de la producción del limón: desde la cosecha hasta la comercialización. Estas extorsiones han llevado al cierre de empacadoras y al abandono de huertas, afectando gravemente la economía regional. En agosto de 2024, 15 de las 32 empacadoras en el Valle de Apatzingán cesaron operaciones debido a la presión criminal.



