EE.UU. – La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca en enero de 2025 ha sido acompañada de una serie de medidas que reactivan su agenda más controvertida, especialmente en lo que respecta a las relaciones con México. En su discurso inaugural, Trump dejó claro que cumplirá con algunas de sus promesas más polémicas, entre ellas, la designación de los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas extranjeras. Esto marca un cambio drástico en la política estadounidense y abre un capítulo tenso en la diplomacia entre ambos países.
La emergencia nacional en la frontera sur: ¿una nueva «invasión»?
Una de las primeras medidas anunciadas por Trump es la declaración de emergencia nacional en la frontera sur. La administración estadounidense pretende frenar lo que ha calificado como una «invasión» en su territorio, relacionada con el cruce de migrantes y la creciente violencia vinculada al narcotráfico. Esta medida tiene un impacto directo en la relación con México, ya que implica una política de «cero tolerancia» ante la migración ilegal y un regreso al polémico programa «Quédate en México».
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ya ha reaccionado ante estas amenazas, instando a una comunicación constante con el gobierno estadounidense para evitar un enfrentamiento diplomático. Sin embargo, la designación de los cárteles mexicanos como terroristas podría intensificar aún más las tensiones y desencadenar nuevas medidas, como sanciones y mayor control en las fronteras.
La designación de los cárteles como organizaciones terroristas extranjeras: impacto en la lucha contra el narcotráfico
Una de las decisiones más impactantes de Trump fue la designación de los cárteles de la droga mexicanos como organizaciones terroristas extranjeras. Esta medida permite a Estados Unidos aplicar sanciones económicas severas contra estos grupos, lo que podría afectar a las economías de las regiones mexicanas donde operan. Además, otorga a las autoridades estadounidenses la posibilidad de perseguir a los cárteles en el ámbito internacional, utilizando la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 para aplicar medidas de represión más agresivas.
Aunque esta designación es vista como un golpe al narcotráfico y a los grupos criminales transnacionales, también genera preocupación sobre las repercusiones en las relaciones internacionales. México, a pesar de sus esfuerzos en la lucha contra el crimen organizado, se encuentra en una situación difícil, ya que las autoridades mexicanas enfrentan tanto la presión interna de la violencia como la presión externa de un gobierno estadounidense cada vez más agresivo.
La nueva política migratoria: ¿Qué hay detrás de «Quédate en México»?
La política de «Quédate en México», que había sido implementada en la administración anterior, fue suspendida bajo la presidencia de Joe Biden. Sin embargo, Trump ha prometido reiniciarla como parte de su estrategia para reducir la migración ilegal hacia Estados Unidos. Bajo este programa, los migrantes que lleguen a la frontera sur deberán esperar en territorio mexicano mientras su solicitud de asilo es procesada, lo que implica una gran carga para el gobierno mexicano y las ciudades fronterizas.
Aunque esta designación es vista como un golpe al narcotráfico y a los grupos criminales transnacionales, también genera preocupación sobre las repercusiones en las relaciones internacionales. México, a pesar de sus esfuerzos en la lucha contra el crimen organizado, se encuentra en una situación difícil, ya que las autoridades mexicanas enfrentan tanto la presión interna de la violencia como la presión externa de un gobierno estadounidense cada vez más agresivo.
La nueva política migratoria: ¿Qué hay detrás de «Quédate en México»?
La política de «Quédate en México», que había sido implementada en la administración anterior, fue suspendida bajo la presidencia de Joe Biden. Sin embargo, Trump ha prometido reiniciarla como parte de su estrategia para reducir la migración ilegal hacia Estados Unidos. Bajo este programa, los migrantes que lleguen a la frontera sur deberán esperar en territorio mexicano mientras su solicitud de asilo es procesada, lo que implica una gran carga para el gobierno mexicano y las ciudades fronterizas.
El regreso de los militares y la política de «género y raza»
En el ámbito social, Trump también ha reactivado su promesa de eliminar las políticas de «ingeniería social» relacionadas con el género y la raza. Según su propuesta, en Estados Unidos solo existirán dos géneros reconocidos legalmente: hombre y mujer. Esta medida es vista por muchos como un paso atrás en la lucha por los derechos civiles y las libertades individuales, y ha generado protestas en diversos sectores de la sociedad estadounidense.
Además, Trump ha indicado que readmitirá a los militares que fueron expulsados por no vacunarse contra la COVID-19, lo que podría tener repercusiones tanto en la política interna de Estados Unidos como en su imagen internacional.
¿Qué futuro para la relación México-EE.UU.?
Las primeras medidas de la presidencia de Trump dejan claro que su enfoque hacia México será más confrontativo y exigente. La designación de los cárteles como organizaciones terroristas extranjeras, junto con la reactivación de políticas migratorias estrictas, muestra un retorno a la retórica de «America First». Para México, esto representa un desafío importante, ya que deberá equilibrar su relación con Estados Unidos mientras enfrenta las crecientes tensiones internas relacionadas con el narcotráfico y la migración.
El futuro de la relación bilateral dependerá en gran medida de cómo ambos países manejen estas políticas. La clave estará en la capacidad de diálogo y cooperación entre los gobiernos para evitar que estas tensiones escalen aún más.
LaVerdadNoticias
L.A.F.