Brasil.-Gabriel Freitas, una estrella brasileña de reality show e influencer del fitness que ganó atención internacional por su notable pérdida de peso de 174 kg, murió a la edad de 37 años.
El influencer sufrió un ataque cardíaco fatal mientras dormía el 30 de diciembre, según confirmó su amigo cercano Ricardo Gouvea, informó Express US. Después de perder inicialmente una gran cantidad de peso, Freitas lo recuperó después de la trágica muerte de su padre y su hermano.
Al anunciar la triste noticia, Ricardo dijo: “Gabriel murió prácticamente dormido, no sufrió. Murió en el intento. Luchó hasta el final, fue muy fuerte y le tengo mucho respeto. Era una muy buena persona con un muy buen corazón”.
Gabriel Freitas inspiró a miles de personas con su notable transformación, compartiendo sus luchas y éxitos por la pérdida de peso en las redes sociales. Su viaje destacó su disciplina y determinación personal y llamó la atención sobre los desafíos de la obesidad y la importancia de la salud mental y física. Su muerte ha dejado a sus fans y seguidores en estado de shock, ya que fue celebrado por su resiliencia y contenido motivacional.
Con más de 700 mil seguidores en Instagram, el inspirador viaje de pérdida de peso de Freitas estaba bien documentado en las redes sociales y YouTube. Su historia apareció por primera vez en el programa de televisión brasileño ‘Programa do Gugu’ en 2017, donde compartió sus luchas y triunfos.
A través de su determinación y una drástica transformación de su estilo de vida, logró una increíble pérdida de peso de 203 kg en solo un año y medio, adelgazando hasta pesar 114 kg.
Sin embargo, su notable viaje de pérdida de peso fue posteriormente descarrilado por un período de intenso dolor tras la pérdida de su padre y su hermano. Recuperó una cantidad significativa de peso, llegando finalmente a los 380 kg.
Poco tiempo, antes de morir, el influencer compartió que retomaría su proceso de dieta, pues a través de una publicación en sus redes sociales dijo:
“Una nueva etapa está a punto de comenzar para mí. Cueste lo que cueste voy a salir de la cama el 1 de noviembre con la ayuda de Dios. Hasta entonces lo llevaré al extremo. Ayuno total al primer día para recuperar mis piernas. Acercándome a Dios en las oraciones”.
“Con la muerte de mi padre y mi hermano pasé a 380 kilos”, dijo. “Me había fijado el objetivo de perder peso hasta los 100 kilos sin cirugía bariátrica ni medicación”.
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