El Servicio Meteorológico Nacional, organismo dependiente de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), ha emitido un aviso sobre las condiciones meteorológicas prevalecientes en el país debido a la interacción de diversos sistemas. El frente frío número 20 se mantiene con características estacionarias en el centro y oriente del Golfo de México, afectando de manera significativa las condiciones climáticas en amplias regiones del país.
Temperaturas mínimas de -15 a -10 °C con heladas: zonas serranas de Durango y Chihuahua.
Temperaturas mínimas de -10 a -5 °C con heladas: zonas altas de Baja California, Sonora, Jalisco, Estado de México, Tlaxcala, Puebla y Veracruz.
Temperaturas mínimas de -5 a 0 °C con heladas: zonas altas de Baja California Sur, Sinaloa, Coahuila, Nuevo León, Zacatecas, San Luis Potosí (occidente), Aguascalientes, Tamaulipas, Jalisco, Colima, Michoacán, Guanajuato, Hidalgo, Ciudad de México y Oaxaca.
Temperaturas mínimas de 0 a 5 °C: zonas serranas de Sinaloa, Nayarit, Tamaulipas, Querétaro, Morelos, Guerrero y Chiapas.
La presencia del frente frío interactúa con un canal de baja presión ubicado en el oriente y sureste del territorio mexicano. Esta interacción ha generado un incremento en las lluvias, destacándose precipitaciones puntuales muy fuertes en Oaxaca, Chiapas, Veracruz y Tabasco, mientras que en estados como Tamaulipas, San Luis Potosí, Puebla y Quintana Roo se pronostican lluvias puntuales fuertes, advierte el SMN.
Acompañando a este sistema, una masa de aire frío asociada al frente será reforzada por una nueva masa de aire polar, intensificando las bajas temperaturas en varias regiones del país. Se espera que el ambiente continúe frío a muy frío durante la mañana y noche, con heladas al amanecer en las entidades de la Mesa del Norte, Mesa Central, noreste y oriente del país. En el Valle de México, estas condiciones provocarán temperaturas mínimas más bajas de lo habitual, así como la formación de bancos de niebla, especialmente durante la madrugada.
En el sureste del país, el viento de componente norte alcanzará rachas de entre 70 y 90 kilómetros por hora, particularmente en el Istmo y Golfo de Tehuantepec, afectando principalmente a los estados de Oaxaca y Chiapas. Este fenómeno podría complicar las actividades marítimas y el tránsito en estas zonas, debido al incremento de oleaje y corrientes de aire intensas.