Amanda Rector vivió una crisis personal que desembocó en dificultades de su familia, cuando hace casi 20 años enfrentó un grave problema con el consumo de sustancias ilícitas que la llevaron a tomar la difícil decisión de tener que renunciar a su segundo hijo llamado Hunter.
En ese entonces, Amanda formaba una familia con su primer hijo Jason y su pareja sentimental con el que sufría constantes abusos y además ambos compartían problemas de adicción con la cocaína. En el momento que Amanda dio a luz a su segundo hijo, comenzó con su calvario.
Internada en el Hospital de Carolina del Sur en Estados Unidos, Amanda Rector no pudo quedarse con su hijo a quien llamaría Hunter. Los médicos y las autoridades de los servicios sociales, le indicaron que dada su condición de adicción no podía llevarse al bebé Hunter, ya que además no contaba con asiento especial para bebés en su automóvil.
Amanda recordó con crudeza ese episodio en su vida. “Esto ocurrió en un momento de mi vida en el que estaba en mi peor momento”, dijo la ahora mujer de 44 años de edad, que agregó: “Ya había perdido la custodia de mi primer hijo y mi vida se estaba desmoronando tan rápido que me resultaba difícil recordar todas las pérdidas. Me había vuelto un poco insensible”, dijo citada por el Daily Mail.
Pasarían 18 años para que Amanda Rector pudiera vivir lo que calificó como un “milagro”, ya que en un supermercado de la cadena Walmart, se reencontraría con su hijo Hunter a quien por primera vez en su vida abrazaría. Sin embargo, antes de ello, recordó qué fue lo que sucedió para que perdiera a su bebé.
Días después de que Amanda dio a luz a Hunter que permaneció en observación en el nosocomio, la mujer regresó con su novio ya que presentaba una infección en el brazo tras inyectarse heroína. Amanda iba drogada, y en su afán de ver a su hijo subió a su cuarto y aunque la enfermera en turno le permitió ver a su hijo, los servicios de salud decidió quitarle a su hijo.
Cuatro meses después, Hunter fue adoptado y en ese tiempo Amanda fue encarcelada por cinco años por robo a mano armada; pero tiempo después logró rehabilitarse hasta que casi 20 años después pudo ver y abrazar a Hunter toda vez que indagó sobre su madre biológica y lograron verse en el supermercado.