El Buen Fin, conocido como “el fin de semana más barato del año”, es una oportunidad esperada por miles de familias para aprovechar descuentos y promociones. Sin embargo, para Santi y su familia, el evento tomó un giro inesperado.
El pequeño, utilizando un teléfono con acceso a la cuenta bancaria de sus padres, compró un Lego de más de 9 mil pesos en Amazon. El juguete, una elaborada torre de Marvel, llegó a casa sin que nadie en su familia estuviera al tanto de la transacción.
La reacción de la familia y el debate en redes
En un video que se volvió viral, Santi aparece abrazando la caja del Lego mientras llora, consciente de la polémica que generó. Una mujer narra el incidente, revelando que el producto será devuelto debido al costo elevado y la falta de experiencia para armarlo.
La escena no pasó desapercibida en redes sociales, donde las opiniones se dividieron:
Críticas: Algunos usuarios reprobaron la falta de supervisión adulta, señalando que permitir a un menor acceso a información bancaria pone en riesgo la seguridad financiera y personal.
Apoyo a Santi: Otros defendieron al niño, argumentando que su alegría valía el gasto y sugirieron que conservara el Lego como regalo de Navidad o Reyes.
Reflexión sobre el uso de dispositivos en menores
El caso de Santi pone en evidencia la necesidad de regular el acceso de los menores a dispositivos electrónicos con información sensible. Especialistas recomiendan:
Configurar contraseñas en apps de compras: Esto evita que los niños realicen compras accidentales.
Supervisar el tiempo frente a pantallas: Es vital monitorear el uso de dispositivos por parte de menores.
El Buen Fin: ¿Ofertas o riesgos?
El Buen Fin, creado en 2011, tiene como objetivo promover el comercio con descuentos y meses sin intereses. Sin embargo, casos como el de Santi reflejan que estas ofertas también pueden ser riesgosas si no se manejan con precaución.
En un entorno digital donde las compras están a un clic de distancia, es crucial que los padres eduquen a sus hijos sobre la importancia del control financiero. Además, configurar límites en dispositivos electrónicos puede prevenir situaciones similares.
