Un intenso incendio forestal, que se propaga velozmente y ya ha destruido más de 100 viviendas, provocó órdenes de evacuación para miles de habitantes del sur de California, donde cientos de bomberos batallan contra las llamas.
Varias personas han resultado heridas por este fuego bautizado como “Mountain”, que ya devoró casi 8 mil 300 hectáreas en ese estado del oeste de Estados Unidos. Las primeras inspecciones apuntan a 132 viviendas arrasadas y 88 dañadas.
Las llamas, que se iniciaron la mañana del miércoles en el condado de Ventura, al norte de Los Ángeles, amenazan una amplia zona en donde viven unas 30 mil personas. Las autoridades informaron que el incendio solo estaba controlado en un 5 por ciento, aunque se espera que los vientos favorezcan la labor de los bomberos durante la noche.
“Vimos las casas de los vecinos ardiendo en llamas, y pensé que era hora de salir de ahí. Nos fuimos, y volví cinco minutos después para buscar mi teléfono y la casa ya estaba en llamas, destruida”, narró a la prensa Dawn Deleon, uno de los residentes de la zona.
Evacúan a miles de personas
Más de 14 mil residentes recibieron órdenes o advertencias de evacuación principalmente en las localidades de Camarillo, Somis y Moorpark, informó el sheriff de Ventura, Jim Fryhoff, quien dijo que al menos 400 casas han sido desocupadas, aunque 250 residentes habían optado por quedarse.
“Sabemos que es un momento doloroso. El incendio es sumamente peligroso. Este incendio está muy activo e impredecible, tenemos muchos recursos en acción, y queremos tener garantías de que todos están seguros al tiempo que se desplazan en busca de refugio”, comentó.
Clima favorece al incendio
Los bomberos lanzaron agua desde helicópteros durante toda la noche, y varios equipos intentan contener el fuego por tierra. Sin embargo, fuertes vientos y la baja humedad complican la situación. Para completar, el agua comenzó a fallar en la madrugada, dijo el jefe de los bomberos de Ventura, Dustin Gardner.
“Hemos batallado contra el fuego durante 26 horas, y colocamos todos estos camiones en los hidrantes, y secamos las reservas de agua”, dijo Gardner a periodistas.
El oficial aclaró que aunque no es algo común, no es inusitado. “Estamos preparados para esto, así que nos impacta pero lo mitigaremos”, añadió. Unas 70 mil personas de la región se quedaron sin servicio eléctrico debido a cortes preventivos, de acuerdo con la compañía proveedora Southland. La medida es habitual durante incendios para evitar nuevas llamaradas con la caída de postes.
Las causas del fuego están bajo investigación, pero especialistas climáticos explicaron que las llamas comenzaron justo cuando la región se encontraba bajo una exacerbada alerta roja por sequía.
“Lo que significa vientos muy poderosos, muy baja humedad y mucho combustible”, dijo Rich Thompson, meteorólogo del Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos.
La zona vivió dos años de mucha lluvia, lo que promovió el crecimiento de grama que ahora, bajo sequía, calor y vientos se convierte en el combustible ideal para la rápida propagación del fuego. Las condiciones climáticas mejoraron un poco, pero la zona continúa bajo alerta máxima.
“Esperamos ráfagas de viento soplando desde el noreste de entre 40 y 56 kilómetros por hora hasta la tarde, con niveles de humedad entre 10 por ciento y 15 por ciento”, dijo Thompson.
El gobierno de California garantizó recursos adicionales y posicionó equipos en 19 condados del estado anticipando advertencias de condiciones climáticas propicias para peligrosos incendios en muchas zonas de la costa y el interior de ese estado.