MÉXICO.- En la era de las redes sociales, convertirse en influencer se ha vuelto una opción atractiva para muchos que buscan construir una carrera en línea.
Sin embargo, el éxito en esta profesión depende en gran medida del algoritmo, un sistema automatizado que decide qué publicaciones ganan visibilidad y en qué orden se muestran a los usuarios.
Esto plantea una gran pregunta para los creadores de contenido: ¿es el algoritmo su mayor aliado o su peor enemigo?
El funcionamiento de estos algoritmos es complejo y poco claro. Las grandes compañías como YouTube, Instagram y TikTok no divulgan los detalles específicos de cómo operan, lo que genera un entorno de incertidumbre para los influencers.
A pesar de esta opacidad, una cosa es cierta: el algoritmo es el factor decisivo en la visibilidad de las publicaciones y, por lo tanto, en el nivel de influencia que un creador puede alcanzar.
La presión del algoritmo sobre los creadores es significativa. Además de los desafíos propios de obtener ingresos regulares, los influencers deben mantenerse relevantes y visibles para evitar que sus publicaciones sean relegadas a posiciones bajas en los resultados de búsqueda o, peor aún, invisibles para su audiencia.
Esto convierte al algoritmo en un juez que puede “castigar” a los creadores al ocultar sus publicaciones si no cumplen con las expectativas de interacción, frecuencia de publicaciones o calidad de contenido.
La necesidad de una presencia constante en línea añade un nivel de presión que puede ser difícil de soportar. Los influencers, muchas veces atrapados en un ciclo interminable de creación de contenido, se enfrentan a problemas de salud mental y física.
La demanda de producir continuamente para mantenerse vigentes, sumada a la incertidumbre que genera el algoritmo, puede llevar a una sobrecarga emocional.
Si bien los algoritmos son una herramienta poderosa para catapultar a los creadores hacia el éxito, también representan un gran reto para quienes no logran adaptarse a sus exigencias. Para los influencers, aprender a navegar el algoritmo es tanto una estrategia para sobrevivir en las redes como una fuente de preocupación constante.
El Imparcial
D.A.