México – La histórica toma de protesta de Claudia Sheinbaum Pardo como la primera presidenta de México trajo consigo no solo un cambio en el poder, sino también una novedosa tendencia en el país: la venta masiva de peluches de los dos personajes políticos que han marcado una era. Estos singulares muñecos, conocidos como “Clauditas” y “Amlitos”, se volvieron los souvenirs más cotizados en el Zócalo capitalino y en las calles que rodean el Centro Histórico, consolidándose como un símbolo inesperado del inicio del nuevo sexenio.
Desde tempranas horas, miles de personas comenzaron a congregarse en la Plaza de la Constitución para ser parte del momento que marcaría el inicio del mandato de Sheinbaum. Entre pancartas, consignas de apoyo y emoción generalizada, los vendedores ambulantes aprovecharon la ocasión para ofrecer productos alusivos a la ceremonia. Sin embargo, entre banderas, gorras y camisetas, los peluches de la presidenta y su predecesor se robaron por completo la atención.
El furor por los “Clauditas” y “Amlitos”: Los nuevos íconos del Zócalo
La venta de peluches de figuras políticas no es un fenómeno nuevo en México, pero lo que sorprendió en esta ocasión fue la rápida aceptación de la figura de Claudia Sheinbaum, quien, en su primer día como presidenta, ya contaba con un peluche que la representaba. Al igual que los “Amlitos”, muñecos inspirados en Andrés Manuel López Obrador que ya eran un éxito desde su mandato, los “Clauditas” se presentaron como la novedad que conquistó a simpatizantes y curiosos.
Los “Clauditas” se caracterizan por su diseño detallado, que incluye el característico peinado de Sheinbaum y su vestimenta formal, haciendo alusión a la figura de poder que ahora representa. Por su parte, los “Amlitos”, que durante años han sido un emblema entre los seguidores de López Obrador, continúan siendo populares, manteniendo su imagen de cabello canoso y la inconfundible sonrisa del expresidente.
El ingenio mexicano ha sabido manifestarse de múltiples formas, y la creación de peluches de personajes políticos no es la excepción. Aunque para algunos, estos muñecos pueden parecer una burla o caricatura de las figuras públicas, para muchos otros representan una forma de homenaje. Tanto los “Clauditas” como los “Amlitos” han encontrado su lugar en la cultura popular como un reflejo de la cercanía que muchos sienten hacia sus líderes.
Una vendimia que se volvió tradición
Desde camisetas con frases célebres hasta llaveros con la imagen de los mandatarios, los vendedores ambulantes han encontrado en estos eventos una oportunidad para generar ingresos y, al mismo tiempo, ofrecer a los asistentes una forma de participar activamente en la celebración.
Sin embargo, los peluches han destacado especialmente en esta vendimia, debido a su toque personal y emotivo. Puede ser una forma de satirizar la política, pero también de sentirte más cercano a los líderes que representan a los mexicanos, convirtiendo este fenómeno en algo único de los dos mandatarios de izquierda que ha tenido el país.
Durante la ceremonia de toma de protesta, era común ver a los asistentes paseando por el Zócalo con sus peluches en la mano, posando para fotos y compartiendo su experiencia en redes sociales. Las imágenes de los “Clauditas” y “Amlitos” no tardaron en volverse virales, con usuarios de internet comentando sobre el ingenio detrás de estos muñecos y el papel que jugaron en la celebración.
Claudia Sheinbaum ha marcado un hito en la historia de México al convertirse en la primera mujer en asumir la presidencia del país. Su llegada al poder ha generado una ola de apoyo entre diversos sectores de la sociedad, y los “Clauditas” se han convertido en una representación tangible de ese respaldo.
Para muchos, el hecho de que Sheinbaum tenga su propio peluche simboliza más que un simple producto de venta: es una muestra del impacto que ha tenido su liderazgo en la población. En un país donde la figura del presidente siempre ha sido predominante, el que una mujer ocupe este cargo ha generado un sentido de orgullo y esperanza, especialmente entre las mujeres que ven en Sheinbaum un ejemplo a seguir.
La ceremonia de toma de protesta estuvo cargada de simbolismo y emoción, y los peluches que se vendieron durante el evento no fueron la excepción. Los “Clauditas” y “Amlitos” no solo reflejan el entusiasmo de la gente, sino también el deseo de recordar un momento histórico que, sin duda, quedará grabado en la memoria colectiva del país.
Quinto Poder
A.R.