En el marco de Día Mundial para la Prevención del Suicidio que se celebra cada 10 de septiembre, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2023 se registraron ocho mil 837 suicidios en el país, lo que representa el 1.1% del total de muertes. Esta cifra revela una preocupante tendencia, especialmente a la luz de las secuelas de la pandemia de COVID-19.
Al respecto, Mauricio Durán, psicoterapeuta especialista señala que “el proceso de reconexión social y familiar ha sido lento y complicado. La falta de validación y espacios de escucha para las personas ha contribuido a un aumento en los casos de suicidio”, comentó Durán.
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En entrevista con Selene Flores para el programa de Más allá del Titular, el doctor Durán explicó que el suicidio no se debe a una sola causa, sino que es un fenómeno multifactorial. Entre las causas subyacentes, destacó la presión social y los mandatos de género. Las estadísticas indican que la tasa de suicidio en hombres en 2023 fue de 11.4 por cada 100 mil habitantes, comparado con 2.5 en mujeres, lo que sugiere que los hombres tienen más de cuatro veces la tasa de suicidio en comparación con las mujeres.
Durán atribuye esta disparidad en parte a los mandatos de género, que suelen reprimir la expresión emocional en los hombres. “Desde pequeños, los hombres son socializados para reprimir sus emociones, y esto lleva a que, cuando estas emociones se acumulan, el suicidio se convierta en una salida desesperada”, explicó. Esta visión patriarcal y adultocéntrica también impacta a los jóvenes y a las infancias, quienes a menudo no son escuchados ni validados.
El doctor Durán destacó que el problema también se manifiesta en las edades más jóvenes. Según el informe, el 65.6% de los suicidios ocurren en personas menores de 40 años, y los grupos con mayor proporción de suicidios son los adolescentes y jóvenes adultos.
Ante estas alarmantes cifras, Durán ofreció recomendaciones para detectar y prevenir el suicidio. Señaló que es crucial prestar atención a señales de apatía, aislamiento, desesperanza y autolesiones. “Es fundamental validar las emociones y experiencias de las personas, y no minimizar lo que están viviendo”, subrayó.
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