La esperada adaptación live action de Blanca Nieves ha logrado un hito que Walt Disney Studios no tenía previsto: superar el millón de ‘dislikes’ en YouTube. Desde que se anunció el proyecto, protagonizado por Rachel Zegler y Gal Gadot, la película ha estado en el ojo de la tormenta. Aunque los remakes de Disney han sido recibidos con opiniones divididas en los últimos años, Blanca Nieves parece haber tocado un nervio particularmente sensible en la comunidad de fans.
Un inicio complicado
Desde el primer momento, la elección del elenco generó controversia. Rachel Zegler, conocida por su papel en West Side Story, fue seleccionada para interpretar a la icónica princesa, un casting que no ha sido bien recibido por algunos fanáticos. Muchos argumentan que Zegler, aunque talentosa, no encaja en el papel de la princesa clásica que Disney presentó en 1938. Esta preocupación se ha reflejado en la recepción del tráiler, donde la insatisfacción de los espectadores ha sido evidente.
Pero el casting no es el único punto de discordia. El vestuario, otro elemento clave en cualquier adaptación de un clásico, ha sido objeto de críticas feroces. Algunos seguidores han calificado los diseños de “exagerados” y “alejados de la esencia original”, lo que ha alimentado aún más el escepticismo en torno a la película.
Cambios en la trama: ¿un riesgo innecesario?
Un cambio que ha encendido aún más la polémica es la eliminación del Príncipe Azul, conocido en la versión original como Florian. En lugar de seguir la historia clásica, Disney ha optado por una trama diferente, donde el príncipe no juega un papel central. Este cambio ha provocado un aluvión de comentarios negativos, con fanáticos preguntándose cómo se desarrollará la historia sin uno de sus personajes más emblemáticos.
La decisión de omitir al Príncipe ha llevado a especulaciones sobre el enfoque que Disney está adoptando para esta nueva versión. Algunos creen que la compañía intenta modernizar el cuento para una audiencia contemporánea, alineando la historia con valores actuales de independencia y empoderamiento femenino. Sin embargo, muchos temen que estos cambios puedan diluir la esencia del relato original, convirtiendo lo que fue un clásico atemporal en algo irreconocible.
Un futuro incierto en taquilla
El creciente descontento en redes sociales, evidenciado por la enorme cantidad de dislikes, plantea la pregunta de si Blanca Nieves logrará atraer al público a las salas de cine. Con su estreno programado para el 21 de marzo de 2025, Disney aún tiene tiempo para ajustar su estrategia de marketing y quizás realizar cambios que podrían reconciliar a algunos de los detractores.
No obstante, el desafío es considerable. Las adaptaciones anteriores, como La Sirenita y El Rey León, también enfrentaron críticas, aunque lograron tener un desempeño sólido en taquilla. La pregunta ahora es si Blanca Nieves podrá superar la controversia y encontrar su lugar en la serie de remakes de Disney, o si se convertirá en un ejemplo de los riesgos que conlleva alterar demasiado un clásico.
¿Un cuento con final feliz?
Mientras la cuenta regresiva para el estreno de Blanca Nieves continúa, Disney se encuentra en una encrucijada. La compañía debe decidir si seguirá adelante con su visión original o si intentará apaciguar a los fanáticos más tradicionales. Sea cual sea la decisión, una cosa es segura: el éxito de esta película no solo dependerá de la calidad de la producción, sino también de cómo logre conectar con una audiencia que, hasta ahora, se muestra escéptica.
LaVerdadNoticias
V.O.