Por Juan Omar Fierro
Con una diferencia de 20 días, el ex rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), Héctor Melesio Cuén Ojeda, y el Director General de Comunicación Social, Arnoldo Valle Leyva, fueron víctimas de agresiones con armas de fuego.
Cuén Ojeda perdió la vida a consecuencia de los balazos que recibió la noche del pasado 25 de julio en Culiacán, Sinaloa, cerca de una gasolinera y cuando se dirigía a su domicilio. En contraste, Valle Leyva libró un atentado y un intento de secuestro la tarde del 5 de julio
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Ambas agresiones se dan en el marco de una ríspida confrontación soentre el gobernador de Sinaloa, el morenista Rubén Rocha Moya, y los funcionarios de la UAS, quienes son a su vez dirigentes del Partido Sinaloense (PAS), una agrupación política local que pasó de aliada de Rocha en las elecciones para gobernador en 2021 a su más férrea oposición en los comicios del 2024.
De hecho, el PAS se sumó en Sinaloa a la alianza PAN-PRI-PRD en las elecciones federales del pasado 2 de julio, por lo que Héctor Melesio Cuén Ojeda fue candidato y se convirtió en diputado federal electo por la vía plurinominal.
La primera agresión se registró contra el Director de Comunicación Social y vocero de la UAS, Arnoldo Valle Leyva, el viernes 5 de julio a las tres de la tarde. El funcionario universitario libró una persecución que comenzó fuera de la universidad y llegó casi hasta las puertas de la Rectoría. Aristegui Noticias tuvo acceso a los videos en los que se puede observar a los hombres armados que irrumpen en el Campus.
La segunda agresión ocurrió el pasado jueves 25 de julio alrededor de las 10 de la noche, exactamente 20 días después del fallido atentado contra Valle, Héctor Melesio Cuén Ojeda, fue atacado a balazos. La primera versión de la Fiscalía General de Justicia de Sinaloa es que se trató de un intento de robo, motivo por el que Cuén habría recibido al menos un balazo en la pierna.
A consecuencia de dichas heridas, el ex rector de la UAS se habría desangrado y sufrido un infarto, según la Fiscalía de Sinaloa, pero sus abogados ya han solicitado que el caso sea investigado por la Fiscalía General de la República (FGR).
Y es que sumado al ataque que sufrió Arnoldo Valle, que no se ha esclarecido, el propio Héctor Melesio Cuén denunció que luego de las elecciones del pasado 2 de julio, la Guardia Nacional le notificó que le iba a retirar la protección de la que gozaba como candidato.
Cuén Ojeda culpó al gobierno de Sinaloa de la decisión tomada a nivel federal y responsabilizó al gobernador de cualquier posible atentado contra su vida.
Además, en otro de sus videos reveló que durante la campaña de Rubén Rocha Moya este recibió “dinerales” de recursos para financiar su campaña, a pesar de que arrancó la misma con un préstamo de 500 mil pesos. Ambas acusaciones las hizo en su programa de internet “Cuentas Claras”.
El director del semanario Ríodoce, Ismael Bojórquez, afirmó en Aristegui en Vivo, que Héctor Cuén Ojeda era enemigo “acérrimo” del actual gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, pero también señala que es “mucha coincidencia” que la detención de Ismael “El Mayo” Zambada y el asesinato de Héctor Melesio Cuén, hayan ocurrido el mismo día.
El sobreviviente: el caso de Arnoldo Valle
El fallido atentado contra el vocero de la UAS, Arnoldo Valle Leyva, ocurrió a plena luz del día en el Campus Buelna de la UAS, donde se ubica el edificio de Rectoría mientras se celebraba una graduación en el auditorio “Autonomía Universitaria” con la presencia de más de mil alumnos, sin que nadie resultara herido.
En las videograbaciones se puede observar una camioneta blanca en la que Valle sale del Campus Buelna tras haber participado en una reunión oficial con otras autoridades de la UAS, la cual regresa a toda velocidad perseguida por tres vehículos (una camioneta y dos autos compactos ) y una motocicleta. También se puede ver que los presuntos sicarios fallan en todos sus intentos por atajar o secuestrar a Valle Leyva.
Tras el ataque, el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, lamentó los hechos y lanzó la hipótesis de que el fallido atentado es producto de “la descomposición interna de la UAS”, es decir, que los autores intelectuales y materiales, podrían ser funcionarios universitarios, debido a una disputa interna por el control político y económico de esa universidad.
El abogado Milton Ayala Vega, asesor jurídico de Arnoldo Valle, afirma que esa declaración solo criminaliza a la víctima y evade la responsabilidad del gobierno del Estado para brindar seguridad a todos los ciudadanos. Afirma que la vida del vocero de la UAS estuvo en peligro y también la de cientos de personas que estaban en el campus universitario al momento de la agresión.
Los sicarios que presuntamente querían secuestrar o herir a Valle Leyva no tuvieron contacto con otros civiles, por lo que incluso se ve a algunas personas caminar por el estacionamiento de la UAS sin saber lo que estaba ocurriendo.
A pesar de que la agresión se denunció desde el primer día ante la Fiscalía General de Justicia del Estado de Sinaloa, el abogado Ayala Vega señala que las declaraciones del gobernador Rubén Rocha obligaron a la defensa a buscar la intervención de las autoridades federales, debido a que no confían en la imparcialidad de la Fiscalía local.
FGR: el expediente del vocero de la UAS
El pasado viernes 12 de julio, una copia de los videos obtenidos de las cámaras de vigilancia de la UAS fue entregada a la Fiscalía General de la República (FGR) para solicitar que el caso sea atraído a nivel federal.
El abogado de Arnoldo Valle, Milton Ayala explicó que existen dos argumentos principales para solicitar que el caso sea turnado a la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra de la Libertad de Expresión (FEADLE) de la FGR: el primero es que podría tratarse un intento de intimidación por las críticas de Arnoldo Valle al gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha, en el marco de la confrontación de la UAS contra el mandatario estatal.
El segundo argumento es el uso de armas largas, consideradas de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas, durante la agresión. En las imágenes que tiene la FGR se pueden observar a por lo menos cuatro personas con este tipo de armas.
Adicionalmente, la defensa del vocero de la UAS señala la existencia de un grupo de la delincuencia organizada por el número de participantes: más de seis individuos que portan equipo táctico y que intentan coordinarse para lo que finalmente no ocurrió: la privación ilegal de la libertad de Arnoldo Valle Leyva.
Milton Ayala insiste en que las declaraciones que ha hecho el gobierno de Sinaloa, así como la falta de acceso al expediente a pesar de su calidad de víctima, justifican por completo de la intervención de la FGR, por lo que apela al artículo 21 de la Constitución que contempla la facultad de atracción de la Fiscalía para investigar crímenes contra periodistas.
Sobre este tema, el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, dijo el pasado 8 de julio que a Arnoldo Valle no se le puede considerar un periodista y, por el contrario, acusa al vocero de la UAS de ser agresor y enemigo de otros periodistas, debido a los desmentidos que la propia universidad hace de forma cotidiana mediante el programa de Radio UAS “Al Calce de los Hechos” de las declaraciones que hace el gobierno de Sinaloa sobre el conflicto con la universidad.
Incluso, el mandatario morenista sugirió que el atentado sufrido por el diario digital sinaloense “Adiscusión”, el pasado 13 de junio, pudiera estar relacionado con una publicación de ese portal informativo, dirigido por el periodista César Millán, hijo del periodista asesinado Humberto Millán, en el que dio cuenta de una disputa entre el Director General de Comunicación Social de la UAS y el Encargado de Despacho de la Rectoría, Robespierre Lizárraga.
De acuerdo con el gobernador, basado en una columna publicada en “Adiscusión”, Valle Leyva habría utilizado hasta un arma de fuego para perseguir a Robespierre Lizárraga y al diputado del Partido Sinaloense, Gene René Bojórquez, durante la marcha de la llamada Marea Rosa celebrada el 19 de mayo del 2024, en Culiacán, Sinaloa.
El abogado señala que esa acusación “es completamente falsa”, ya que Arnoldo Valle no maneja armas de fuego y tampoco tiene diferencias con el rector en funciones de la UAS, Robespierre Lizárraga
A pesar de que reconoce diferencias de opinión entre Valle Leyva y el legislador Gene René, también señala que existen muchas fotografías y videos de la Marcha Rosa realizada en Culiacán, Sinaloa, sin que en ninguna aparezca el arma de fuego que se atribuye al vocero de la UAS.
Por lo anterior, atribuye las declaraciones del gobernador Rocha Ma otro intento de criminalizar a “una víctima de intento de homicidio” y a un intento por tratar de bloquear la atracción del caso por parte de la Fiscalía General de la República.
Lo cierto que es tanto el Gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha, como los directivos de la UAS han sido señalados por la organización Artículo 19, especializada en la defensa de la libertad de expresión, por estigmatizar y hostigar a la prensa cuando sienten que las publicaciones de los medios locales no les resulta favorable o critican su desempeño.
El día de la persecución en la UAS
Es viernes 12 de julio en Culiacán, Sinaloa. En la Torre de Rectoría de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), ubicada en el Campus Buelna, recién concluyó una reunión de las autoridades universitarias.
El Director General de Comunicación Social, Arnoldo Valle, se despide y trata de retirarse rápidamente para ir a su casa con su familia. Aborda una camioneta blanca. La unidad no pertenece al patrimonio del funcionario, es el vehículo que la propia universidad le ha asignado para el desempeño de sus labores.
El reloj de la cámara de vigilancia marca las 14:56 horas con 45 segundos. Cerca de dos minutos después, a las 14:58 horas con 34 segundos, la camioneta blanca en la que se trasladaba Valle regresa a toda velocidad, perseguida por al menos tres vehículos y una motocicleta.
Se trata de una camioneta color gris plateada, un auto compacto de color blanco, otro vehículo compacto en tono marfil y una motocicleta, los cuales se dividen para ingresar al estacionamiento de la UAS por las dos entradas existentes.
Ante la escena, una mujer robusta que va llegando a la UAS a bordo de un vehículo rojo tipo March desciende de su unidad y corre apresurada hacia un edificio color azul para tratar de refugiarse.
Se puede ver que los vehículos buscan cerrarle el paso a la camioneta de Arnoldo Valle dentro del estacionamiento de la UAS, frente al edificio de Rectoría, y en tres ocasiones, el funcionario logra evadir el cerco de hombres armados, brincando entre camellones y dando giros inesperados en sus rutas de escape.
También se observa que de los vehículos compactos descienden al menos dos hombres vestidos de negro con armas largas que corren primero entre los autos estacionados y después hacia el interior de las instalaciones universitarias.
Los presuntos comandos fallan unas tras otra en cada intento de atrapar a Arnoldo Valle y tampoco logran herirlo. En un evidente acto de torpeza, uno de ellos tira un cargador o un arma al momento de bajar el vehículo.
El abogado Milton Ayala deja entrever que se trataba de un operativo para “levantar” a su cliente, es decir, para privarlo de su libertad: esa sería la razón para que no le dispararan de inmediato.
Una vez que el operativo ha fracasado, los hombres con pistolas y armas largas comienzan a disparar. Según, los primeros peritajes, la camioneta de Arnoldo Valle presenta presenta más de una decena de impactos de bala en la parte trasera y en uno de los costados.
Finalmente, Valle Leyva sale ileso aprovecha un descuido de sus agresores para ingresar al edificio de Rectoría por un costado.
El reloj de la cámara 4 de la UAS dentro del campo universitario marca las 14:59 con 49 segundos, cuando se ve Arnoldo Valle correr hacia dentro.
Apenas unos segundos después pasan corriendo dos hombres con armas largas que intentaban alcanzarlo, efectúan un disparo adicional y se regresan.
Según la declaración de Valle Leyva, en el edificio de la Rectoría de la UAS había decenas de personas, por lo que los presuntos sicarios no se atreven a entrar.
A 20 días del atentado contra Arnoldo Valle Leyva ninguna persona ha sido detenida por estos hechos. A pesar de que el vocero de la UAS había abandonado su estado natal, regresó al sepelio del ex rector de la UAS, Héctor Melesio Cuén Ojeda, con quien trabajó como titular de Comunicación Social.
Hasta el momento, no existen indicios de que ambos ataques estén relacionados, pero ante la desconfianza que las autoridades universitarias tienen sobre el gobierno estatal, la versión del robo como causa del asesinato de Cuén Ojeda no es creíble para la familia de las víctimas ni para su círculo político.