Durante La Mañanera del 26 de julio en el Palacio Nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador arremetió contra la periodista Anabel Hernández, cuestionando la veracidad de su trabajo y sugiriendo que actúa como informante de la DEA.
La controversia surge a raíz de las afirmaciones de Hernández en su libro, donde alega que López Obrador tuvo contacto telefónico con Ismael “El Mayo” Zambada, uno de los líderes del Cártel de Sinaloa.
López Obrador fue tajante al negar cualquier vínculo con “El Mayo” Zambada, insistiendo en que las acusaciones de Hernández son infundadas y motivadas por intereses externos.
“No es que la señora invente nada más, no solo es que tenga mucha imaginación, es que yo creo que la señora es informante de la DEA”, declaró el presidente.
No va a permitir debilitar a las instituciones
En su opinión, la periodista busca socavar la credibilidad de las instituciones mexicanas para permitir que intereses extranjeros intervengan en el país. “Lo que quieren es debilitar las instituciones para que, si el gobierno está débil, puedan mandarnos desde el extranjero, nada más que eso no lo han logrado ni lo van a lograr porque yo puedo resistir”, añadió.
El presidente subrayó que posee autoridad moral para refutar las afirmaciones de Hernández y puso en duda la metodología y las fuentes de la periodista.
“A mí me consta que la señora es capaz de calumniar y lo que declara ella es que fue el Ejército y sostiene su dicho con una supuesta declaración de un informante anónimo”, criticó, refiriéndose a la cobertura que Hernández ha hecho sobre la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.
En este contexto, López Obrador cuestionó por qué Hernández no revela quiénes son sus fuentes, especialmente cuando implica a instituciones tan importantes como el Ejército Mexicano.
Anabel Hernández, conocida por su trabajo de investigación sobre el narcotráfico en México, ha defendido su libro y sus fuentes, insistiendo en la importancia de sacar a la luz la verdad detrás de las redes de corrupción y crimen organizado en el país.
Este conflicto subraya la tensión constante entre el gobierno mexicano y los periodistas que investigan temas sensibles como el narcotráfico y la corrupción, poniendo de relieve los desafíos que enfrenta la libertad de prensa en México.
Mientras tanto, el debate sobre la veracidad de las acusaciones de Anabel Hernández y la respuesta de López Obrador continúa alimentando el diálogo político y mediático en el país.